¿Hasta qué punto la austeridad se convierte en austericidio y se vuelve criminal? El sector salud es el que registra los mayores subejercicios de presupuesto mientras se cae a pedazos.
Miles de pacientes que no tienen los medicamentos que necesitan. Decenas que han muerto por falta de atención y tratamiento en el país. Si eso es poco, la falta de agua hasta para cirugías, lavado de instrumental y atención de pacientes, tiene convertido al hospital regional del ISSSTE en Oaxaca en un potencial y muy peligroso foco de infección. Elevadores en hospitales públicos de Quintana Roo, Oaxaca, Veracruz, Ciudad de México y otras entidades, han registrado fallas graves.
¿No hay dinero? En 2023, el sector salud no ejerció 67 mil 815 millones de pesos que equivalían al 6.9 por ciento de su presupuesto, mientras la obra del Tren Maya acumula un sobrecosto de 228 por ciento y la refinería de Dos Bocas habrá costado más del doble que lo proyectado originalmente.
Los análisis comparativos documentan que de 2018 a 2022 se redujeron en 46 por ciento las consultas médicas en instituciones públicas para personas que no cuentan con seguridad social, es decir, las más pobres y desprotegidas.
Para dimensionar, estamos hablando de 44 millones 320 mil 573 consultas que no se realizaron, lo que implica también 20 millones de estudios de laboratorio menos y cantidades también en millones de estudios de gabinete, terapias, etc. En cuanto a cirugías, dejaron de realizarse 500 mil 375 en pacientes que, insisto, no tienen posibilidad económica alguna de pagar un hospital privado.
Con respecto a las enfermedades catastróficas como el cáncer, cuidados intensivos, trasplantes y otras que llegan a consumir hasta el 40 por ciento del ingreso familiar, el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) abandonó su tarea de financiar la atención de las personas más pobres. De acuerdo con un análisis de México Evalúa, se ha dejado de atender al 97 por ciento de esos pacientes y los recursos, unos 157 mil millones de pesos, fueron a dar al gasto operativo del fallido Insabi y a la Tesorería de la Federación donde su destino dejó de estar a la vista.
¿Y los medicamentos? Todos hemos sido testigos de su desabasto a lo largo de prácticamente toda la administración actual, en que se han dejado de surtir 15 millones de recetas. Y el tema no termina de resolverse. La llamada megafarmacia no ha probado hasta ahora ser una solución real.
En cuanto a vacunas, 6 millones de niños no han tenido acceso ni al cuadro básico completo. Todavía hasta hace pocos meses, enfrentábamos una escasez alarmante de vacunas BCG y hepatitis B, cruciales para la salud de los recién nacidos.
Sí, el sector salud mexicano está muy lejos de Dinamarca. De hecho, está muy lejos de los mexicanos y ese es un tema urgente para el próximo gobierno.
MÁS LLAGAS
A los diputados de la 4T les queda cada vez más claro, al igual que a las previsiones de Hacienda: la próxima administración no podrá eludir una reforma fiscal que dé viabilidad a todo el gasto social que el presupuesto compromete cada vez más, así que tocará dar la cara sobre el tema a la próxima presidenta de México.
Entre los marcelistas hay quienes están molestos y quienes están inmersos en una sensación de orfandad, dado que su líder ya no les toma ni la llamada. Dicen que no es la primera vez que los deja en el abandono.
POR ADRIANA DELGADO RUIZ
COLABORADORA
@ADRIDELGADORUIZ
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