Apuntes de Guerra

Gaza, entre el ayuno y la hambruna

Los extremistas harán siempre lo que quieran, sin importar lo sagrado del momento, con lo cual demuestran que lo suyo es la violencia

Gaza, entre el ayuno y la hambruna
Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Ha comenzado el Ramadán, la más sagrada de las festividades musulmanas, un periodo de reflexión y recogimiento espiritual durante el cual los creyentes practican el ayuno durante el día e intensifican sus actividades religiosas o caritativas. Con excepción de niños, mujeres embarazadas o personas de edad avanzada o frágil estado de salud, cerca de dos mil millones de creyentes alrededor del mundo observarán estrictamente esos lineamientos. 

Si bien hay quienes creen que estas son fechas en que se intensifican los actos violentos o terroristas por parte de fanáticos religiosos, no hay base doctrinal para que tal cosa suceda. Los extremistas harán siempre lo que quieran, sin importar lo sagrado del momento, con lo cual demuestran que lo suyo es la violencia más allá de cualquier creencia, y que el pretexto religioso no es más que eso, una excusa.

Este año la conmemoración de Ramadán coincide con uno de los más tensos y cruentos momentos que ha vivido el Medio Oriente en tiempos recientes, tras cinco meses de violentas represalias israelíes en Gaza después de los ataques terroristas de Hamas del 7 de octubre del año pasado.

El costo humano de este conflicto continúa escalando, mientras que las maniobras y la politiquería se imponen a cualquier consideración humanitaria. La cifra de más de 30 mil muertos, la mayoría mujeres y niños, palidece frente a lo que viene: hambruna y epidemias entre los cerca de dos millones de desplazados internos que ya no tienen a dónde ir ni dónde refugiarse.

Las consecuencias geopolíticas comienzan también a salirse de toda dimensión, primero porque ha dinamitado el gradual acercamiento de Israel con muchos países árabes, sobre todo los del Golfo Pérsico, cuyo poderío económico y consecuente influencia diplomática los habría convertido en aliados invaluables para un eventual proceso de paz.

Las imágenes de la catástrofe humanitaria en Gaza han dado la vuelta al mundo y resultan tal vez aún más impactantes que las de los primeros meses de muerte y devastación: la inminente (o ya existente) hambruna, cuyas secuelas pueden marcar a una generación entera de gazaítas.

Y con esas dramáticas escenas, la opinión pública internacional se vuelve cada vez más contra Israel y contra el gobierno de Benjamín Netanyahu, quien le heredará a su país una profunda y tal vez insalvable crisis en sus relaciones con sus principales aliados, incluyendo a los EU, donde el voto musulmán podría pasarle factura al presidente Biden en las elecciones de noviembre próximo.

Como es costumbre, el presidente estadounidense dirigió un mensaje a la comunidad musulmana con motivo del inicio de Ramadán, en el que se mostró especialmente empático con el sufrimiento de los palestinos y, en declaraciones por separado, crítico de Netanyahu, de quien dijo está dañando a Israel más que ayudándolo.

¿Retórica sin consecuencias?

El tiempo dirá.

POR GABRIEL GUERRA CASTELLANOS

GGUERRA@GCYA.NET  

@GABRIELGUERRAC

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