Mirando al otro lado

Críticas sin respuestas

La inasistencia de la candidata de Morena, PT y Verde al foro de CitiBanamex no fue un accidente ni producto

Críticas sin respuestas
Ricardo Pascoe Pierce / Mirando al Otro Lado / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

La inasistencia de la candidata de Morena, PT y Verde al foro de CitiBanamex no fue un accidente ni producto de un problema de agenda. Fue una decisión consciente de la candidata y su equipo de no asistir a una reunión de ese tipo. ¿Qué tenía de especial ese tipo de reunión, que ahuyentó a la candidata oficialista?

Lo que destacaba de la reunión es que era pública y donde se le podría hacer preguntas duras y directas sobre aspectos críticos de la administración de la 4T, misma que ella defiende acríticamente todos los días.

Obviamente no sabía cómo responder. No quería responder a las preguntas inevitables sobre la conducta del Presidente López Obrador, a quien defiende con los ojos cerrados. ¿Qué le iban a preguntar? A la candidata defensora a ultranza de la gestión de López Obrador le iban a preguntar sobre los porqués de las observaciones críticas sobre una aparente o supuesta relación del gobierno con el narcotráfico y su posible intervención en las elecciones a favor de Morena.

También habrían inquirido a la candidata sobre el asalto al Poder Judicial, las acciones violatorias al Estado de derecho y la intención de elegir por voto popular a los jueces y magistrados del país. Y probablemente le habrían preguntado qué opina del activismo público ilegal del Presidente a favor de su candidatura.

Yendo un poco más cerca a la materia del interés de los banqueros, seguramente le habrían preguntado acerca de la actitud del gobierno de violar sistemáticamente el tratado de libre comercio que México comparte con Estados Unidos y Canadá, en sus diversos apartados.

Muy especialmente en temas relacionados con los energéticos, la minería, la tecnología de la industria bio-médico-farmaceútica y el maíz. En pocas palabras, todo lo relacionado con los intentos de México por evitar la libre competencia entre iguales en los sectores económicos afectados.

Y, posiblemente al final, le podrían haber pedido una explicación sobre las relaciones tan amistosas con regímenes que oscilan entre el autoritarismo y la dictadura, como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Rusia y China, mientras enrarece y conflictúa las relaciones de México con los Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.

Lo que asombra es que no quiso ir a un foro donde iban a discutir estos temas públicamente. En principio, aparentemente acepta asistir a foros cerrados, sin grabadoras ni periodistas presentes. Pero, aún así no sale bien librada.

No asiste a esos eventos porque sabe que un público informado, inteligente y sin miedo le va a exigir esclarecer el sentido de las políticas retrógradas y regresivas que impulsa López Obrador. Y con el componente incondicional que lo empeora: ella está comprometida con seguir sus lineamientos e instrucciones a pie juntillas.

Asistió a la American Society, en el formato de un foro cerrado al público y a la prensa. Evadió sistemáticamente responder a las preguntas y trató, sin éxito, de imponer su narrativa única a la discusión. Fracasó en el intento, y fue despedida con mucha frialdad por la concurrencia. Después de ella, participó Xóchitl Gálvez. (Movimiento Ciudadano aún no había nombrado su candidatura presidencial).

Xóchitl contestó todas las preguntas directamente, sin rodeos, y fue despedida con una ovación de pie por parte de los asistentes. La derrota de Sheinbaum fue notoria en ese “entre” de las dos candidatos y eso que fue sin observancia externa.

Xóchitl Gálvez viajó a Washington a reunirse con paisanos que viven allá, estudiantes mexicanos en Nueva York y Washington. Pero además, se reunió con la prensa estadounidense, con universidades y especialistas en materia bilateral, con legisladores demócratas y republicanos, miembros de la administración de Biden y con el Secretario General de la OEA y miembros de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.

Posteriormente, Xóchitl viajó a España y se reunió con miembros de la comunidad mexicana asentada en ese país, con periodistas, empresarios y políticos españoles, además de reunirse con funcionarios del gobierno de España, ofreciendo normalizar las relaciones bilaterales históricas entre ambas naciones, tanto políticas como económicas y culturales.

Para finalizar su viaje, tuvo un encuentro privado con el Papa Francisco en El Vaticano. ¿Por qué Claudia Sheinbaum no hizo su propio viaje a Estados Unidos, habida cuenta que ella estudió en Stanford University, una de las universidades más caras del mundo, y habla inglés?

Pues, lo intentó. Pero el problema fue que quiso hacer un viaje tipo “mañanera”. Es decir, donde todas las preguntas serían preparadas por ella y su equipo y a nadie se le permitiría realizar interpelaciones fuera de “script”. Por supuesto que nadie aceptó semejante propósito y barbaridad. Más bien, la mera sugerencia de tal control autoritario sobre las preguntas, las respuestas y del supuesto diálogo demeritó inmediatamente la imagen internacional de la candidata oficial de México.

Por tanto, y para cumplir con todas sus precondiciones, la campaña de Sheinbaum solamente podrá realizarse cómodamente en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Hasta en países como Brasil, Argentina y Colombia será difícil lograr un auditorio pasivo y controlado como el que la candidata desea tener enfrente.

Pero la situación se repite incluso al interior de nuestro propio país. No piensa asistir a las universidades privadas del país, por el mismo temor a enfrentar públicos “rebeldes y sin control corporativo”. Seguramente recuerda cómo le fue al candidato Peña Nieto en la Ibero, escondido en un baño. Por tanto, es probable que no vaya a la Ibero, ni al ITAM, ni al Anáhuac o al Tec de Monterrey.

Pero tampoco está claro que tendrá un recibimiento alegre en la UNAM o la UAM, porque la 4T tampoco ha convencido a nadie de esas instituciones con sus políticas que atacan al financiamiento de la educación pública en general y al pensamiento crítico en particular.

En todo caso, cualquier aparición en una institución de educación superior pública será furtiva, discreta y no-pública. Así está la campaña de la candidata oficialista de la 4T.

Necesita públicos comprados y pagados de antemano, para poder comparecer en público. Progresivamente sus apariciones públicas son cada vez más controladas y simuladas, para no exponerse a la ira de la ciudadanía en prácticamente cualquier rincón del país.

Una candidata escondida y aislada, y que no puede salir del país por temor a exponerse a críticas duras para las cuales no tiene respuesta, es una candidata que no le sirve a México. Y mucho menos le sirve a México como Presidenta.

POR RICARDO PASCOE

COLABORADOR

ricardopascoe@hotmail.com
@rpascoep

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