Columna Invitada

Diferencias que lastiman

En España, los trenes de alta velocidad conocidos como AVE son operados por Renfe y conectan con 10 ciudades importantes, incluyendo Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Sevilla

Diferencias que lastiman
Eduardo Macías Garrido / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Si analizamos el sistema de transporte que existe en países como Japón, España o Italia, resulta abismal la diferencia con respecto a México. La ciudad de Tokio, por ejemplo, cuenta con un sistema de primer mundo, en donde el metro, los tranvías o los trenes que hacen recorridos intermedios y los veloces conocidos como los shinkansen, son de admirar.

Su transporte es moderno y eficiente, el tren de alta velocidad permite moverse de una ciudad a otra en tiempos envidiables, los shinkansen alcanzan una velocidad máxima de 320 kilómetros por hora, lo que permite llegar a donde se quiera en muy poco tiempo.

En España, los trenes de alta velocidad conocidos como AVE son operados por Renfe y conectan con 10 ciudades importantes, incluyendo Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Sevilla. Todos los trenes son rápidos y modernos, pero el AVE es la cereza del pastel, alcanzando la máxima velocidad de 350 kilómetros por hora.

El nombre del tren significa “Alta Velocidad Española”, y ofrece tres clases de viaje: económica, premium y primera clase. Existen muchas rutas y horarios de salida para elegir. Todos los vagones cuentan con aire acondicionado y están equipados con asientos cómodos, tomacorrientes, pantallas de TV, radio y un amplio espacio para equipaje. 

En Italia existe el tren de alta velocidad llamado Italo, que viaja a 300 kilómetros por hora y cuyos destinos son entre otros lugares a Milán, Venecia, Verona, Roma, Florencia, Bolonia, Nápoles, siempre con WiFi gratis a bordo, cuatro clases de viaje para elegir. Por si esto fuera poco, cuenta con un servicio de alimentación y el Italo club Lounge para esperar cómodamente el tren en la estación.

Es de llamar la atención en los anteriores tres ejemplos, la limpieza que existe en las instalaciones, además de la puntualidad escrupulosa. De la seguridad, ya ni hablamos.

Volviendo a nuestra triste realidad, nos encontramos con que se inauguró en México el denominado Tren Maya, que, como otras obras de esta administración, deja mucho que desear. 

Resulta no solo penoso sino alarmante que se considere al Tren Maya como la infraestructura ferroviaria más importante en nuestro país. Independientemente de que la tecnología de estos trenes permitirá que alcancen una velocidad de hasta 160 kilómetros por hora, la ruta es nada, comparado con la extensión del territorio nacional.

El recorrido del Tren Maya será de apenas 1,554 kilómetros, y cruzaría por los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo. Claro, se espera que esté terminada toda la ruta en 2024, ya que como muchas obras en este sexenio se inauguran sin estar totalmente acabadas.

Esta obra ha sido una de las más polémicas en este gobierno, ya que algunos sectores de la sociedad consideran que su construcción ha tenido graves impactos ambientales en la región.  

Es evidente que nos faltan muchas cosas por hacer, que pudimos tener un mejor aeropuerto, una mejor refinería y un sistema más eficiente de distribución de medicinas, entre otras cosas. Por eso es importante conocer otros países para así poder comparar y formarse un criterio mucho más amplio. 

Será que por eso es precisamente que la clase media es la que más cuestiona este tipo de obras y por eso también es la más atacada por el presidente de la República. Es pregunta.

POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO

COLABORADOR

EDUARDOMACG@ICLOUD.COM 
@EDUARDO84888581

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