La Escena Expandida

La migración, en el arte de Barro Rojo Arte Escénico

"Travesía" es una danza que renuncia al preciosismo para ubicarse en el sentimiento producido por las historias trágicas de los migrantes

La migración, en el arte de Barro Rojo Arte Escénico
Juan Hernández / La escena expandida / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

Referirse a la Compañía Barro Rojo Arte Escénico es invocar a la tradición dancística mexicana por excelencia. Este año la agrupación artística cumplió 42 de existencia y de mantener vivo un proyecto artístico, comprometido con la excelencia artísticas y los temas relevantes, tanto públicos como íntimos, para la humanidad en la actualidad.

El fin de semana pasado, la compañía dio una breve temporada en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes, con la obra “Travesía”, de Laura Rocha y Francisco Illescas; una pieza que se construye a partir de referencias culturales mexicanas y que se establece a sí misma con una identidad popular.

La obra se desarrolla a partir del fenómeno migratorio forzado; es decir, cuando los individuos tienen que escapar de la miseria o la violencia que pone en riesgo su integridad física, para buscar en otro territorio condiciones de vida mejores. Lo que sucede en el trayecto, entre el lugar de origen y el destino, se enmarca en una de las peores crisis que la humanidad ha vivido en los últimos tiempos

Si algo tiene “Travesía” es la cercanía con la historia o, mejor dicho, las historias de miles de personas que parten rumbo a un nuevo destino, y las familias que permanecen y viven la incertidumbre sobre la seguridad de sus seres queridos.

“Travesía”, con Barro Rojo Arte Escénico, además, se perfila como una pieza clásica del arte coreográfico de principios del siglo XXI. Es una danza que renuncia al preciosismo para ubicarse en el sentimiento producido por las historias trágicas de los migrantes.

Un tema pertinente y una obra que nos llena de emociones y sentimientos que vindican la dignidad humana, o que nos hace pensar que ningún ser humano debería vivir esta tragedia. Los autores de la coreografía ponen el dedo en la llaga, justo ahora, cuando las oleadas de migrantes en el mundo constituyen historias oscuras que alguna vez tendrá que ser juzgada por la historia.

Mientras tanto, el arte de Barro Rojo Arte Escénico se compromete, como desde su creación en 1982, a seguir contando, en el tiempo y espacio de la escena, las historias que le son cercanas a la gente y que, estéticamente, se enriquecen con la cultura popular y la cotidianidad de las personas, ennobleciendo la existencia humana.

En estos 42 años de vida, Barro Rojo Arte Escénico se mantiene, excepcionalmente, como una compañía estable, con una sede de trabajo, y un repertorio significativo, lo que es gran cosa si tomamos en cuenta que en el país no están dadas las condiciones para mantener una estructura como la de esta agrupación. La compañía lo ha logrado a base de trabajo, pasión y, sobre todo, a través de una cercanía con la gente: El público. 

Barro Rojo, además, es una escuela de bailarines, a los que les permite terminar de formarse, los lleva a la experiencia de la escena profesional, y les impulsa a crecer de manera creativa, a través del programa que instrumenta para dar voz a las nuevas generaciones de coreógrafos. Esto entre muchas otras cosas, hacen que la compañía ya no sea solo un proyecto artístico de suma importancia, también es parte del patrimonio cultural que deviene de la danza y que nos da identidad como mexicanos. Muchos años más para esta compañía, cuya cualidad es no olvidarse de los públicos, y crear obras que reflejan y reflexionan profundamente sobre los temas que atañen a la humanidad en nuestro tiempo. 

POR JUAN HERNÁNDEZ 

COLABORADOR 

TW: @ISLAS33 / IG: @JUANHERNANDEZ4248

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