Fin de sexenio bendito. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador está entrando en sus últimos meses al mando de las finanzas públicas con una coloratura particular: administrar la abundancia. Sólo que esta vez, a diferencia de los años 80, cuando esa abundancia provenía de los campos petroleros, el origen de la riqueza es distinto.
Ahora proviene del consumo y de la capacidad creciente del gobierno de cobrar más impuestos. Y el consumo, a diferencia del petróleo, es algo que no se puede expropiar, por lo que los mayores ingresos los tendrá el gobierno de parte de los consumidores, que cada día gastan más.
La izquierda administra la abundancia de manera peculiar. Ahora que el paquete económico 2024 es debatido, sabemos que el gasto de nueve billones de pesos estará respaldado por deuda, sí; pero también por una mayor recaudación fiscal: la Secretaría de Hacienda, de Rogelio Ramírez de la O, estima que los ingresos tributarios tendrán “un crecimiento real de 6.1 por ciento respecto al cierre estimado para 2023”.
Así es: el gobierno se ha convertido en un férreo cobrador de impuestos. Ya encontró el camino fiscalizando duramente a todos los contribuyentes.
Hacienda festina su mano de hierro: “destacan los crecimientos del ISR e IVA de 3 y 2.6 por ciento, respectivamente, con relación al cierre estimado de 2023. Este comportamiento se explica por el desempeño de la actividad económica, así como por la maduración de una serie de medidas tributarias establecidas desde 2019, y mejoras en la eficiencia recaudatoria”.
Los personajes del sexenio en materia recaudatoria son Raquel Buenrostro y Antonio Martínez Dagnino. Se dedicaron a cobrar, a colmar la bandeja de recursos para que el presidente administrara la abundancia en sus proyectos emblemáticos y en gasto social. Otros países hubiesen requerido una reforma fiscal para lograr incrementos tan fuertes en ingresos tributarios.
Es cierto que la discusión sobre el paquete económico se ha centralizado en el incremento de la deuda. Es una discusión relevante porque el gobierno parece jugar al límite de la calificación soberana, provocando a las calificadoras a ver si le cambian la perspectiva al siguiente Presidente. El próximo Secretario de Hacienda tendrá estrés.
De manera que la recaudación férrea adicionada con mayor deuda harán del gasto público en 2024 el cuerno de la abundancia como pocas veces se ha visto en nuestra generación. Un escenario de ensueño sostenido por el consumo, nearshoring, el crecimiento (hasta ahora) de EUA y la renaciente inversión. Que traigan el vino espumoso al Palacio Nacional. ¡Salud!
HUELGA AUTOMOTRIZ
La expansión de la huelga automotriz estadounidense a 38 plantas de General Motors y Stellantis podría tener gran impacto sistémico en los proveedores de esas empresas, incluidas las de México.
POR CARLOS MOTA
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