En este espacio frecuentemente comentamos sobre los litigios estratégicos que se llevan a cabo desde Mexicanos Primero y Aprender Primero. Hoy toca escribir sobre Aprender Primero, la organización que hace posible reclamar violaciones al derecho a la educación contenido en el artículo 3º constitucional. Este año se cumplen diez años desde que Aprender Primero empezó a hacer exigible este derecho y estamos muy contentos de celebrar los invaluables logros que se han obtenido.
Luego de 6 años de trabajar por la educación desde Mexicanos Primero, en 2013, quienes integraban la organización, llegaron a la conclusión de que un derecho que no es exigible judicialmente es una mera aspiración. Gracias a la reforma constitucional al artículo 1º en 2011 y la promulgación de la nueva Ley de Amparo en 2013, las personas físicas y morales empezaron acceder al juicio de amparo aduciendo y acreditando un interés legítimo. Aprender Primero logró el reconocimiento de este interés en 2015 y esto le permite reclamar violaciones al derecho a aprender de millones de niñas, niños y adolescentes. Al día de hoy, Aprender Primero es una de las pocas organizaciones que cuentan con el reconocimiento de este interés. En estos diez años, además, a través del litigio se lograron recuperar cerca de mil 300 millones de pesos desviados del gasto en educación; la anulación de acuerdos ilegales entre facciones sindicales, gobierno estatal y el gobierno federal; la inclusión educativa de personas en conflicto con la ley; la inclusión educativa de una niña indígena con síndrome de Down; y la salvaguarda de las escuelas con horario extendido y servicio de alimentación, entre otros.
Y a todo esto, ¿qué es el derecho a aprender? Históricamente, el derecho a la educación ha significado tener acceso a una educación e ir a la escuela. Por ende, el incentivar la asistencia a la escuela fue el enfoque principal de la educación pública durante muchos años. Este derecho ha evolucionado más allá de ese entendimiento y en Mexicanos Primero se ha desarrollado la idea de un “derecho a aprender”; este derecho comprende y exige tres elementos: 1) estar: que todas y todos lleguen a la escuela listos para aprender, permanezcan en y transiten por ella en tiempo y forma; 2) aprender: que todas y todos aprendan lo que les es pertinente y relevante; y 3) participar: que todas y todos puedan participar activamente en su propia educación y proceso de aprendizaje. Bajo esta guía es que se ha regido el actuar de Aprender Primero en esta década y es lo que está detrás de todos nuestros reclamos judiciales.
Hacia adelante, a Aprender Primero le toca ser el defensor del derecho a aprender y el promotor de su enfoque como derecho; una garantía irrenunciable que le corresponde a cada persona ejercer. A su vez, el litigio estratégico que emprenda también debe tener como enfoque un avance y transformación de los límites aparentes del juicio de amparo y que ese recurso sea cada vez más adecuado para la defensa del derecho a la educación y todos los demás derechos humanos. Que sean muchos más años de hacer exigible el derecho a aprender.
POR FERNANDO ALCÁZAR IBARRA
DIRECTOR DE JUDICIALIZACIÓN DE MEXICANOS PRIMERO
@FERALC23
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