Si bien el mundo nunca ha sido estable o predecible, estamos actualmente ante un escenario cambiante marcado por una complejidad nunca vista y en la que se ha venido deteriorando aún más el papel de los mecanismos multilaterales para evitar conflictos y actuar concertadamente frente a los retos globales.
En este contexto, el Centro de Investigaciones Pew de Washington convocó un grupo de reconocidos expertos para identificar las tendencias que habrán de definir el mundo posCOVID a partir de 2025. Según los expertos, la "nueva normalidad" que habrá de incidir en nuestras vidas estará condicionada por el impacto social, económico y político derivado del vertiginoso avance de las nuevas tecnologías digitales y la inteligencia artificial.
En esta visión, la relación de las personas con la tecnología se profundizará a medida que segmentos más amplios de la población dependan cada vez más de las conexiones digitales para el trabajo, la educación, la atención médica, las transacciones comerciales diarias y las interacciones sociales esenciales.
En conclusión, el mundo en 2025, seguirá marcado por grandes tensiones políticas y múltiples crisis con respecto a los principales retos globales: cambio climático, migraciones, escasez de agua, creciente desigualdad, re-acomodo de la economía global como consecuencia de la desglobalización y la competencia comercial entre los bloques regionales. Todo ello estará acentuado por la rivalidad China-Estados Unidos y el impacto global de la guerra en Ucrania, que seguirá amenazando la paz y estabilidad global.
A los pocos días de haber asumido su encargo, la canciller Alicia Bárcena, en la ceremonia de toma de protesta de una nueva generación de diplomáticos de carrera, advirtió que frente a un mundo difícil, con retos de gran magnitud y en el contexto de un multilateralismo debilitado, la diplomacia es esencial y es lo único que puede permitir la paz y la conciliación internacionales. En esa línea, señaló la importancia de valorar y restaurar la diplomacia tanto en México como en el escenario internacional, subrayando su compromiso de apoyar y fortalecer al Servicio Exterior Mexicano.
Una diplomacia eficaz y moderna requiere de convicción, inteligencia, desarrollo de capacidades y habilidades. Requiere de oficio y experiencia. Por ello, la ley establece que el servicio exterior debe ser un cuerpo permanente para defender los intereses de México y de los mexicanos en el exterior.
En esa línea, el llamado de la canciller Bárcena recoge lo mejor de nuestra tradición diplomática y la actualiza frente a un mundo en transición en la que México debe multiplicar esfuerzos para lograr una mejor inserción en la comunidad global. Coincido en la importancia de promover una diplomacia más cercana a la gente que sea capaz de articular acciones de diversos actores internos de política exterior y utilizar las nuevas herramientas de diplomacia pública y digital para defender el interés nacional, contribuir a un mundo mejor y complementar mediante la cooperación internacional el desarrollo interno.
POR CARLOS DE ICAZA
EMBAJADOR EMÉRITO Y EXSUBSECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES
LSN