Desde hace unos días se ha hecho pública la intención y propuesta del gobernador de Nuevo León, Samuel García, de establecer una nueva línea de tren entre Monterrey y la ciudad de San Antonio, en Texas.
El gobernador levantó la idea ante el Departamento del Transporte del Estado de Texas, y dirigió una misiva a Marc D. Williams, su director, en la que solicita la extensión de la línea que ese estado tiene proyectada para que llegue a Laredo.
La idea estadounidense de tener un tren de San Antonio a Laredo ha sido analizada por años. De hecho, se habla de un tren bala, lo que implica velocidades superiores a 250 km/hr.
El legislador de ese estado norteamericano, Henry Cuellar, ha sido uno de los defensores del proyecto, y desde 2021 ha mencionado la posibilidad de que Monterrey sea incluido en la ruta texana, incluso con la posibilidad de que Amtrack lo opere.
El tren podría ser de carga, pasajeros, o ambos. Desde al menos hace dos años se ha hablado de estudios de factibilidad. Ahora la novedad es que el gobernador García ha propuesto que se utilice dinero del programa de estímulos de la Casa Blanca conocido como Build Back Better –el programa medioambiental estrella de Joe Biden–, que se convirtió en ley desde 2021 y que cuenta con fondos por un billón 750 mil millones de dólares, de los cuales 320 mil millones de dólares son los que se otorgarán como incentivos para que los consumidores estadounidenses adquieran autos eléctricos e instalen paneles solares en sus casas.
Pero hay mucho dinero adicional, para todo tipo de proyectos y para combatir el cambio climático.
Apenas el mes pasado, el Departamento del Transporte anunció la asignación de 570 millones de dólares para proyectos ferroviarios comunitarios de cruces de vía en todo el país. No obstante, un proyecto como el de San Antonio a Laredo (y su posible extensión a Monterrey) más bien estaría compitiendo por una parte de los 20 mil millones de dólares que el presupuesto federal tiene asignados para trenes de estas características.
No será fácil materializar la idea del gobernador García, pero es positivo que insista en ponerla en el radar, sobre todo ahora que los aspirantes presidenciales en México deben nutrir sus propuestas económicas con proyectos ambiciosos y reales. Veremos.
BE GRAND
La empresa inmobiliaria que dirige Nicolás Carrancedo adquirió 50 por ciento de seis inmuebles muy relevantes en la Ciudad de México y Monterrey, por cinco mil 560 millones de pesos. Se trata de alrededor de dos mil apartamentos equivalentes a más de 156 mil metros cuadrados vendibles. El portafolio será el pretexto para lanzar una nueva marca llamada Vitant by Be Grand y le permitirá iniciar una expansión en Monterrey, donde ha identificado una oportunidad grande por el fenómeno de nearshoring que vive aquella región.
POR CARLOS MOTA
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MAAZ