Silbatazo inicial, arrancaron formalmente las campañas en el Estado de México y Coahuila. Dos meses en los que los candidatos y las candidatas intentarán darse a conocer entre sus electores, y convencerlos de que son la mejor alternativa, o la menos peor, para gobernar sus estados.
El Estado de México es la joya de la corona por sus más de 12 millones de votantes. Uno de cada 10 votos del país sale de ahí y los partidos lo tienen muy claro. Delfina Gómez (Morena-PT-PVEM) se perfila como la favorita, al iniciar la campaña con una ventaja de casi 15 puntos. Los datos de la primera encuesta de Poligrama/El Heraldo de México indican que la candidata de Morena tiene 47.7% de las preferencias por 33.2% de Alejandra del Moral, la abanderada de la alianza PRI-PAN-PRD.
Para Delfina, la campaña se centrará en administrar la ventaja: aprovechar la aprobación del presidente López Obrador, la fortaleza territorial de su partido, “tropicalizar” la narrativa nacional y evitar cometer grandes errores. Para Alejandra, por su parte, las primeras semanas serán fundamentales: tiene que convencer a sus electores y a su partido de que sí puede ganar la elección, romper con la inercia triunfalista de Morena y tratar de captar la gran mayoría del votante indeciso que hoy se encuentra en 19.1%.
La campaña la podemos pensar desde dos perspectivas: la posibilidad de que llegue o que no llegue Morena y el obradorismo al EdoMex, pero también, la posibilidad de que por primera vez pierda el PRI el poder.
En Coahuila, el contexto es completamente distinto. El priismo coahuilense ha demostrado que es capaz de ganarle a Morena, aún y con AMLO en el gobierno. De las cinco ciudades más pobladas del estado, el PRI gobierna tres: Saltillo, Torreón y Piedras Negras y junto al PAN en Monclova, serían cuatro.
La encuesta Poligrama/El Heraldo de México indica que Manolo Jiménez (PRI-PAN-PRD) arranca con una ventaja cercana a los 9 puntos, con 40.1% de las preferencias, seguido por Armando Guadiana (Morena) con 31.6%, Ricardo Mejía (PT) con 15.8% y Lenin Pérez (PVEM-UDC) con 3.6%.
Para Manolo, la campaña se trata de “defender” Coahuila, bajo el concepto de la continuidad a la política de seguridad y de generación de empleos. Consolidar el voto priista (que sigue existiendo en Coahuila) y convencer el votante panista, que en su momento votó contra el PRI, de que el verdadero enemigo a vencer es Morena.
En la 4T el problema es la división: Armando Guadiana y Ricardo Mejía van por el mismo voto. Es por eso que durante el primer mes, ambos tienen el reto de convertirse en el candidato “que puede ganarle al PRI” y en el candidato que represente al movimiento de López Obrador. ¿A alguno le alcanzará?
Con el silbatazo inicial, Delfina Gómez y Manolo Jiménez arrancan con contundencia a la cabeza. Sigamos con atención las campañas, las propuestas, sus contenidos de comunicación y por supuesto, los ataques, que el 2023, es el último partido antes de la gran batalla del 2024.
POR PATRICIO MORELOS
SOCIO DE POLIGRAMA Y PROFESOR DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@PATOMORELOS
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