DEFINICIONES

Una mujer

Con trayectorias distintas, ideologías contrarias y orígenes diferentes: Lilly Téllez y Rosario Robles pueden ser las candidatas de la alianza opositora

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¿Quién para 2024? Desde hace rato es la pregunta que muchos se hacen en la oposición.

Con la efervescencia por el Plan B de reforma electoral y el antecedente inmediato de la nutrida movilización de una parte de la ciudadanía en defensa del INE, sigue faltando liderazgo. 

La oposición ha encontrado bandera -como no la tuvo en 4 años-, tiene causa -el INE y su defensa- y se puede alimentar del despertar de un segmento de la sociedad mexicana, pero sigue sin tener a quien encabece y conduzca de cara a la elección presidencial. 

Los partidos no han logrado construir perfiles que compitan. Algunos de los más mencionados, siguen siendo los de siempre: Anaya, Creel, Zavala, Paredes, Ruiz Massieu, Mancera, Osorio Chong y De la Madrid, por ejemplo. Marcan en las encuestas, porque sus nombres tienen muchos años figurando. Pero difícilmente alguno crecerá más. Ya han tenido aventuras presidenciales y han fracasado. ¿Por qué sería distinto esta vez? Por ahí no es. 

Por eso lo más llamativo son los perfiles que se abren paso sin encajar en lo “tradicional”. Lejos de las dirigencias partidistas, en clara oposición al presidente y su 4T, y con una etiqueta más “ciudadana”. 

Dos mujeres. Ambas, parecen tener posibilidad de ser candidatas, claro, si la candidatura se construye desde la ciudadanía, porque si es una decisión de cúpulas partidistas difícilmente correrán con suerte. Las dos, con trayectorias distintas, ideologías contrarias y orígenes diferentes: Lilly Téllez y Rosario Robles.

La senadora se abrió espacio desde el Senado con un discurso contestatario que conecta con buena parte de los opositores a AMLO. Cada que sube a Tribuna irrita a la 4T. No es política, no tiene historial en la administración pública, no la persiguen escándalos ni se le cuestiona su patrimonio. Jamás ha manejado un peso de dinero público. Está lejos de encajar en el rol de una política tradicional. Es echada para adelante y, dirán algunos, carece de experiencia en la real politik. Pero se hace acompañar de Roberto Gil Zuarth, quien acumuló buen kilometraje como presidente del Senado, diputado federal, subsecretario en Gobernación, secretario particular de Felipe Calderón, y coordinador de campañas presidenciales. La fórmula puede despertar el interés de grupos sociales, políticos y ciudadanos que no encuentran quién aglutine al frente opositor. 

Robles, por su parte, fue perseguida durante el actual régimen y salió absuelta, tras estar más de tres años en la cárcel por un delito que no ameritaba prisión preventiva y que nunca le fue demostrado. No milita en ningún partido, pero acumula una experiencia difícil de igualar con otro aspirante presidencial: exjefa de gobierno, dos veces secretaria de Estado (Sedesol y Sedatu) y presidenta de un partido político (PRD). De izquierda, emanada de la UNAM y cercana a Cuauhtémoc Cárdenas, ella entregó el gobierno de la Ciudad a López Obrador, a quien conoce bien. Encarcelada injustamente, salió por la puerta de enfrente, está viva y fortalecida políticamente, pero además está agraviada. 

Son dos perfiles distintos, ajenos a las cúpulas del PAN, PRI y PRD. ¿Las dejarán pasar? Esa es otra historia.

-Off the récord 

El otro que sigue creciendo es el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila. ¿Qué tan dispuesto está? Lo está. ¿Le alcanzará el tiempo? Él calcula que sí. Ya no tiene demasiado. 

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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