La concentración del pasado domingo 26 de febrero, en el Zócalo de la CDMX, tiene varios impactos positivos a la vida pública, pero un sólo beneficiario político: Marko Cortés, presidente nacional del PAN.
Respeto la opinión de los que el pasado domingo fueron al Zócalo. No la comparto. Yo no fui. A una amiga que sí fue, con la cual durante años he ido a muchas marchas y mítines, le pregunté en cuánto calculaba la asistencia. Me dijo que como el mitin de 2005 contra del desafuero de AMLO o similar a las movilizaciones de 2006, previas al Plantón de Reforma. Le creo. El mitin del 26 de febrero fue la mayor movilización de la oposición en lo que va del gobierno de AMLO.
Es positivo que la oposición exprese sus críticas de manera pacífica en el espacio público. El lugar por excelencia para hacerlo es el Zócalo. Hay libertad de expresión y de reunión y eso es positivo para la democracia. La manifestación pública presencial sirve para disminuir el odio que las redes sociales destilan. Los memes hacen reír y llorar. Basta ver la amenaza que se publicó en contra de la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña. Por supuesto que las redes son un excelente medio de comunicación, pero también de impunidad, donde se suben desde insultos hasta descaradas mentiras, sin ninguna consecuencia.
En público, AMLO minimizó el mitin y descalificó a sus organizadores. Es parte de su estrategia de comunicación. En privado, sabe que existe una oposición real, que comienza a movilizarse. Desde 2021 desdeñó a la clase media. Les planteó la falsa disyuntiva:
“conmigo o en mi contra”. Al menos en la CDMX, muchos sectores clasemedieros se alejaron del lopezobradorismo, lo cual no necesariamente significa que votarán por el PRI, PAN o PRD.
¿Qué consecuencias tendrá el Zócalo rosa? La primera, la respuesta desde Morena y aliados, el mitin programado para el 18 de marzo en el Zócalo, que también será muy grande. La segunda, que la SCJN tendrá que valorar muy bien su decisión respecto al Plan B. La tercera, en el tablero político de la CDMX se prendió el foco amarillo. La elección en la capital no será un día de campo para Morena.
Nadie sabe para quien trabaja. El Zócalo rosa tiene como beneficiario político a Marko Cortés, porque controla al PAN y este partido tiene mano en la designación de candidatos a la Jefatura de Gobierno y a la Presidencia de la República. La sentencia a García Luna noqueó a Margarita Zavala y a Felipe Calderón; el PRI está atado de pies y manos por las elecciones del EDOMEX y Coahuila; el PRD no cuenta; la clase media opositora a AMLO carece de un referente claro. A río revuelto, ganancia de pescadores. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.
POR ONEL ORTIZ FRAGOSO
COLABORADOR
MAAZ