La Ciudad de México se convirtió en un foco rojo para Morena y es latente el riesgo de que sufra una estrepitosa derrota en las elecciones de 2024.
Esto forma parte de un diagnóstico elaborado de manera conjunta entre el gobierno de la capital y Palacio Nacional, por lo que pronto veremos al presidente Andrés Manuel López Obrador tomando acciones diferentes en la ciudad.
Y aunque públicamente las representantes de Morena se niegan a aceptar la triste realidad, existe una preocupación auténtica.
Emblemática para el presidente y su movimiento, la CDMX será la joya más preciada en los comicios, porque, entre otras cosas, de aquí podría surgir Claudia Sheinbaum como candidata a la Presidencia
No pueden ni deben perder la plaza, aunque los antecedentes de las elecciones de 2021 y el discurso del primer mandatario contra la clase media, hacen creer otra cosa en la cúpula Morena.
Están conscientes de que no han podido contrarrestar el avance de la oposición, sobre todo del PAN, convertida en la segunda fuerza del Congreso local y con varias alcaldías.
El rival a vencer es el partido azul, a cuyos liderazgos (Jorge Romero, Marko Cortés y Santiago Taboada, entre otros) atribuyen la mayor parte de las movilizaciones contra de la reforma electoral y las críticas más mordaces sobre la administración local.
Y el antídoto que tenía la Fiscalía de Ernestina Godoy para neutralizarlos no ha funcionado del todo.
Los exfuncionarios presos por estar vinculados con el “Cartel Inmobiliario” no han hecho mella en el panismo.
No hay un pez gordo en la cárcel y, por el contrario, el tema empieza a fortalecer a los panistas quienes en este momento encabezan las preferencias de cara a la elección de jefe de gobierno.
Esa es la razón por la que desde Palacio Nacional me anticipan que, en breve, el presidente se “subirá” a la CDMX.
Los cálculos que tienen es que cada una de las personas que participó en las marchas en defensa del INE, tiene la capacidad de influir hasta en cuatro personas más a la hora de votar y si eso lograra consumarse, sería una catástrofe para los guindas.
Cuentan con un voto cautivo derivado de la entrega de recursos, a través de programas sociales, pero está resultando insuficiente.
Además, no hay garantía de que los beneficiarios voten por Morena.
Aunado a eso, su dirigencia local marginó a René Bejarano, uno de sus principales operadores de estructuras en la capital, con todo y que algunos funcionarios relacionados con el desarrollo social surgieron de su corriente.
Una de las ventajas de Morena —si es que puede verse de esa manera— es que el PAN tiene liderazgos poco reconocidos.
Son contadas sus figuras emblemáticas, como Santiago Taboada o Xóchitl Gálvez, quienes al igual que Nora Arias, dirigente del PRD, o el priista Adrián Rubalcava, alcalde de Cuajimalpa, generan cierta preocupación.
Son pocos, pero peligrosos, me comentó un dirigente morenista, quien acepta que el escenario es este momento es muy complicado.
El as que tienen bajo la manga se llama Andrés Manuel López Obrador, quien va a entrarle al quite porque no puede dejar que su partido pierda la plaza que gobernó y donde podría surgir la próxima presidenta. Los que está en juego es mucho y no está dispuesto a dejarse ganar.
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A diferencias de otras entidades, como Hidalgo, Oaxaca o el Edomex, en Coahuila existe la certeza de que su gobernador, Miguel Riquelme, no negoció nada con AMLO de cara a las elecciones.
El priista Manolo Jiménez, virtual candidato a la gubernatura, asegura que habrá elecciones abiertas y competitivas sin el ánimo de quedar bien o mal con el presidente. Ganará, dice, quien haga una mejor campaña.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “A veces no hay tiempo para confirmar el desastre, simple y sencillamente hay que entrar al rescate.”
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
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