La política exterior de Estados Unidos tiene siempre una precondición: ganar-ganar en cualquier negociación que enfrente.
Desde luego que México no es una excepción en esa estrategia. Ahora que el secretario de Estado Blinken vuelve a arremeter en el tema de que en México muchos territorios de nuestro país son controlados por organizaciones criminales, el Canciller mexicano Marcelo Ebrard ha respondido de la única forma en que se puede mantener intacta nuestra soberanía: responder que los aciertos del encargado de la diplomacia de Estados Unidos son, cuando menos inexactas.
Ebrard no niega que el problema de la inseguridad provocada por el crimen organizado es un tema en el que debe prevalecer la cooperación entre los dos países que son víctimas de los efectos del contrabando del fentanilo.
Y sin recular en la postura de que la soberanía nacional es intocable, ha desplegado una acción consistente en propuestas de acción conjunta y aclaraciones a los discursos sobredimensionados de funcionarios estadounidenses sobre el acontecer de tan difícil circunstancia de control primero y de erradicación, hasta donde se pueda, posteriormente.
Lo que hoy se vive con las acciones de las organizaciones criminales traficando con el mortal fentanilo, es un hecho que corresponde a un nuevo orden de delincuencia.
La cantidad de dinero que está en juego en ese trasiego del precursor de otras drogas convirtiéndolo en el más potente objeto de consumo, es de unas dimensiones que superan cualquier otro episodio del tráfico de drogas.
La razón de la lucha feroz por su control es el dinero. Y eso lo saben los funcionarios de Estados Unidos y por eso son oportunas y nacionalistas las respuestas de Marcelo Ebrard.
El mundo enfrenta con el fentanilo aplicado a otras drogas, un nuevo demonio que está destruyendo nuestra juventud y haciendo que cambien radicalmente nuestras formas de relación como sociedad.
“El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, minimizó los comentarios del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien admitió este miércoles en una comparecencia ante el Senado que el gobierno de México ha perdido el control frente a los cárteles criminales en ciertos territorios.
“Yo lo veo a él muy presionado, pero dijo que México está haciendo mucho”, dijo Ebrard en declaraciones a los medios tras un evento con motivo del bicentenario de las relaciones de Estados Unidos y México.
La declaración de Blinken se suma a la ristra de acusaciones verbales que se han dirigido las instituciones de ambos países en las últimas semanas a propósito de la lucha contra el narcotráfico.
El senador republicano Lindsey Graham, uno de los promotores de las polémicas propuestas legislativas que buscan declarar a los cárteles mexicanos como grupos terroristas para emplear las fuerzas armadas para combatirlos, preguntó a Blinken si existen partes de México que controla el crimen organizado y no el gobierno” (Reuters/Carlos Jasso).
¡Así de calientes están las relaciones de México con Estados Unidos por el fentanilo!
POR JOSÉ LUIS CAMACHO ACEVEDO
JOSECAMACHO@GMAIL.COM
@JLCA007
MAAZ