Cada año se reúnen en Nueva York, Estados Unidos, los representantes de los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como sus instancias y diversas organizaciones de la sociedad civil, con la finalidad de celebrar la sesión correspondiente de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), principal organismo intergubernamental mundial dedicado a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Este año, el tema de la CSW67, en la que tuve el gran honor de participar representando a México, fue el de “Innovación y cambio tecnológico, educación en la era digital para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”. Efectivamente, la era digital ha abierto nuevas oportunidades pero a la par de esto están surgiendo nuevos mecanismos que las ponen en una situación peligrosa.
Hoy quiero platicarles sobre la violencia digital que sufren todos los días millones de niñas y mujeres alrededor del mundo, entendiendo este tipo de violencia como aquella que se comete y expande a través de medios digitales como redes sociales, correo electrónico o aplicaciones de mensajería móvil y que causa daños a la dignidad, integridad y/o seguridad de las víctimas. La violencia digital se ve ejemplificada en el monitoreo y acecho, acoso, extorsión, desprestigio, amenazas, suplantación y robo de identidad así como abuso sexual relacionado con la tecnología.
Simplemente, en México, el ciberacoso impacta a 9.4 millones de mujeres aproximadamente, siendo las más afectadas en los espacios digitales mujeres entre 18 y 30 años. Es importante hacer énfasis en que el anonimato de las y los autores incrementa el temor a la violencia lo que genera una sensación de inseguridad y angustia en las víctimas.
La violencia digital se relaciona con la violencia machista que se vive todos los días en las calles, el trabajo y en los propios hogares, no son temas separados ni independientes, pues la violencia en línea es tan real como cualquier otra forma de violencia. Lo que es virtual también es real.
Entre las consecuencias que sufren las víctimas de este tipo de violencia podemos mencionar niveles más altos de ansiedad, trastornos de estrés, depresión, traumas, ataques de pánico, pérdida de autoestima, y sentimiento de impotencia para responder al abuso. Las víctimas deben recordar siempre que no están solas, que no es su culpa y que no son las únicas.
En este sentido, la CSW67, ofreció un momento único para mejorar nuestro futuro digital, ya que el gobierno, organizaciones de la sociedad civil, activistas y expertos de todo el mundo nos reunimos para enfrentar los retos que implica la tecnología para el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, y fomentar su potencial.
POR MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO
SECRETARIA DE ASUNTOS INTERNACIONALES DEL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL
LSN