DESDE AFUERA

Lula y su creciente rol internacional

Durante la conferencia de prensa con Scholz, da Silva indicó que espera abordar su esfuerzo de facilitación pacifista tanto con su colega estadounidense, Joe Biden, en una visita a Washington este mes, y con el presidente chino, Xi Jinping, durante un viaje oficial en marzo

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A sólo un mes de haber tomado posesión como presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva comienza a asumir un papel internacional que da mayor relevancia a su liderazgo y el de su país en América Latina y, por lo pronto, propuso la creación de un grupo que facilite la paz en Ucrania.

Da Silva prometió restablecer el papel internacional de su país y a un mes de haber asumido de nuevo la presidencia, abogó el martes por un esfuerzo por propiciar negociaciones y el fin del conflicto entre Rusia y Ucrania, durante una conferencia de prensa con el Canciller aleman Olaf Scholz.

Más allá de las expectativas internas causadas por su nueva presidencia y de las esperanzas que despierta entre la izquierda regional, da Silva tiene una real estatura internacional derivada tanto de su historia política personal, de líder obrero a jefe de gobierno, de su primer régimen –de 2003 a 2011– como de un restablecido activismo diplomático brasileño y del contraste con su predecesor, Jair Bolsonaro.

Durante la conferencia de prensa con Scholz, da Silva indicó que espera abordar su esfuerzo de facilitación pacifista tanto con su colega estadounidense, Joe Biden, en una visita a Washington este mes, y con el presidente chino, Xi Jinping, durante un viaje oficial en marzo. 

Más aún, subrayó que "es hora de que China ponga las manos en la masa". China es el principal socio comercial de Brasil.

Igualmente, aseguró que había sostenido una conversación telefónica con el francés Emmanuel Macron sobre lo que define como "club para construir la paz".

La participación de Brasil en el grupo BRICS, con Rusia, India, China y Sudáfrica, creado hace casi 20 años, le facilita por lo menos el contacto directo con de los jefes de gobierno respectivos, incluso el ruso Vladimir Putin. 

El primer mes de la presidencia de da Silva acentuó la resurgencia diplomática de Brasil y sus ambiciones de jugador a nivel global con base en América del Sur.

Hace apenas dos semanas el mandatario brasileño fue la estrella indiscutible de la VII cumbre de la  Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Buenos Aires, a la que se reincorporó, luego de que Bolsonaro decidiera dejarla. En 2020 el gobierno mexicano decidió revitalizarla.

El retorno de da Silva da nuevo ímpetu a las aspiraciones geopolíticas brasileñas y su posible papel como interlocutor latinoamericano de Biden.

Por lo pronto, esa consideración fue evidente durante sus conversaciones con Scholz, que completó en Brasilia una gira que lo llevó a Argentina y Chile para asegurar el acceso de su país a la producción de litio en esas naciones.

Scholz pidió que el gobierno brasileño enviara municiones al gobierno de Ucrania, pero da Silva se negó y mantuvo que el presidente Volodimir Zelensky, es tan responsable del conflicto como el ruso Putin.

Rusia "cometió el error clásico de invadir el territorio de otro país", dijo da Silva y reiteró que "si uno no quiere dos (personas) no se pelean". 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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