ESCRIBIR CON LUZ

Stairway to… Memory

La imagen, como parte de los sistemas de identificación humana, nació con el desarrollo de la investigación criminal en Francia

OPINIÓN

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Cynthia Mileva / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Una de las portadas más emblemáticas de la historia del rock, es la del disco Led Zeppelin IV, de 1971. La tapa del entonces LP no tenía tipografía alguna, ni siquiera el nombre de la banda, sólo la fotografía de un hombre barbado, cargando un atado de varas en la espalda que colgaba en un muro derruido.

Brian Edwards fue quien reconoció a este hombre en un álbum victoriano de fotografías y escritos de 1892, y hace unos días, el Museo de Wiltshire, Inglaterra, publicó detalles de su identidad. Se trata de Lot Long, un aserrador que se dedicaba a reparar techos de paja, viudo, de 69 años, que vivía en una pequeña cabaña del mismo condado. Murió en 1893 y la toma fue hecha por el fotógrafo Ernest Howard Farmer. 

La noticia, más allá de la anécdota, que nos emocionó a los que crecimos viendo esta foto al ritmo de “Black dog” y la H. “Stairway to heaven”, supone la ironía de cómo un retrato puede convertirse en un símbolo a través del tiempo, mientras el retratado permanece en el anonimato. La imagen, como parte de los sistemas de identificación humana, es una práctica que nació con el desarrollo de la investigación criminal en Francia, a finales del siglo XIX, con precursores como Allan Pinkerton y Alphonse Bertillon. Desde entonces, la fotografía ha sido la técnica más certera para validar la identidad de un individuo, cumple con una función filiativa, comparativa, reconstructiva o documental que hasta hoy se emplea en ámbitos científicos y forenses. 

El logro de este hallazgo requirió de un ojo agudo, un buen archivo y una pizca de peripecia, elementos que no siempre se tienen a mano para resolver casos como este. Además de la gratitud histórica que representa conceder su identidad a los “modelos” desposeídos, pobres, víctimas -los de abajo pues- que han encantado con su expresión a tantas cámaras de renombre.

POR CYNTHIA MILEVA 

CYNTHIA.MILEVA@HOTMAIL.COM

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