“Tuvimos suerte”. “No fueron tantos muertos”. Las dos expresiones han sido mencionadas por el presidente López Obrador en la última semana para referirse a la devastación provocada por el paso de Otis, que impactó hace una semana como huracán categoría 5 en Acapulco.
Las dos frases son, por decir lo menos, desafortunadas. No hay nada de suerte en una tragedia que enlutó –hasta ahora- a 46 familias que perdieron un ser querido, y ha desbordado a las autoridades, exhibido la ausencia de ley y mando –alimentando saqueos y rapiña-, y mostrado el pasmo y lentitud en la reacción del gobierno federal, estatal y municipal. Nada de suerte en la manera en que fue arrasada una Ciudad de un millón de habitantes, destruyendo más de 60 mil negocios (Canaco-Servytur) y dejado a más de 220 mil familias sin hogar.
“No fueron tantos muertos”, asegura. Casi 50, pero con una cifra de 58 desaparecidos, y el clamor de decenas de no encontrar a sus seres queridos. La tragedia asoma su rostro más cruel, a una semana del golpe de Otis. Sigue sin llegar lo más elemental: no hay agua ni alimentos, mucho menos medicamentos.
Quizá solo más desesperanzador para cientos de miles de afectados, que la pérdida de su patrimonio y el triste panorama que viven a diario, sea la falta de sensibilidad y tacto de quien tendría que estar encabezando la ayuda, las muestras de solidaridad y las tareas de emergencia, rescate y reconstrucción.
Off the record. No fue tanto Lía Limón, como Ernestina Godoy. La alcaldesa en Álvaro Obregón que solicitó licencia ayer para separarse del cargo e irse a buscar la candidatura al gobierno de CDMX, pagó los platos rotos del encontronazo por la ratificación de Godoy en la Fiscalía de Justicia capitalina. Ese jaloneo es el que empantanó su petición, que fue rechazada por 32 votos, y respaldada solo por 18 legisladores…
En el Frente, por cierto, se les acabó el tiempo: la convocatoria para aspirantes a la candidatura a la Jefatura de gobierno ya está lista. Las dirigencias locales no lograron ponerse de acuerdo, por eso el proceso lo construyeron las dirigencias nacionales de PAN, PRI y PRD… A propósito de enredos, el retraso en el anuncio de los resultados de las encuestas en Morena, trae nerviosos a varios. El paso de los días, ha permitido acomodar cosas, y comenzar con la operación cicatriz.
En Puebla, por ejemplo, el gobernador habría sido un factor clave en la decisión. Sergio Salomón Céspedes habría conseguido que no se hiciera de la candidatura su enemigo Nacho Mier. Cierto, intentó que el ganador fuera uno de los suyos, Julio Huerta, pero su objetivo principal era evitar la llegada de Mier. El mandatario tuvo que elegir y respaldó a quien puntea: Alejandro Armenta, que ya cerró filas con el equipo del gobernador.
El acomodo impactará en la definición del candidato a la alcaldía de la capital, que podría recaer en alguien no necesariamente cercano al mandatario poblano. Nos adelantan que se fortalecen Alejandro Carbajal, diputado federal de Morena, y Claudia Rivera, expresidenta municipal. Y se debilitó la aspiración del neomorenista Pepe Chedraui.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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