Hace una semana, se llevó a cabo en Mérida, Yucatán, el XXXVI Congreso Anual de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales que, con cerca de dos mil participantes, reunió durante tres días a gran parte de los académicos dedicados en México al estudio de las relaciones internacionales.
La presentación de docenas de libros y conferencias magistrales, cientos de paneles y ponencias dan muestra de la buena salud de esta disciplina. La conferencia inaugural a cargo de la doctora Olga Pellicer marcó el inicio de los trabajos.
La profesora Pellicer, quien fue destacada embajadora de México y pionera de los estudios internacionalistas, abordó la transición compleja que enmarca al mundo actual y el impacto y retos para nuestro país, lo que no es poca cosa tomando cuenta la histórica tendencia aislacionista de la nación, circunstancia que permea tanto a autoridades como a actores económicos y sociales.
Y es que, siendo un país enorme y diverso pareciera que México se resiste a ubicar el lugar y responsabilidad que le corresponde en el mundo globalizado.
Tenemos, es cierto, una tradición diplomática relevante y una economía mayormente exportadora vinculada por acuerdos con casi 50 economías. Sin embargo, mucho se nos echa de menos en un rol más vinculado con el diseño y gestión de políticas internacionales.
Tal vez nuestra geografía sea, en buena medida, la explicación dadas las escasas colindancias con otras naciones y culturas, y que mucho del esfuerzo global se desarrolla en la relación bilateral con Estados Unidos.
Paradójicamente, hoy más de 22 mil alumnos de licenciatura estudian relaciones internacionales en México. Ellos serán los responsables en gran medida de guiar la necesaria internacionalización de la nación.
Por ejemplo, el Servicio Exterior Mexicano debe renovar sus cuadros con nuevos ingresos. Asimismo, el sector privado en general requiere una inyección de perspectiva global.
Para los gobiernos estatales y municipales, la acción internacional será también fundamental para lograr desarrollos sustantivos a la par del acelerado cambio que tiene lugar en tantos ámbitos de la vida pública.
POR DAVID NÁJERA
EMBAJADOR DE MÉXICO Y PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DEL SERVICIO EXTERIOR MEXICANO
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