CASCABEL AL GATO

El calderonismo en el banquillo: ¿llegó la hora de la verdad?

El juicio a García Luna abre una ventana para ver las entrañas de un régimen corrupto que puso en riesgo la vida de sus ciudadanos a cambio de jugosos sobornos

OPINIÓN

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Adrián Velázquez Ramírez / Cascabel al Gato / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El juicio a García Luna en Nueva York tiene implicaciones profundas para nuestro país. No sólo se está dirimiendo la conducta de un funcionario público sino la propia naturaleza de un gobierno, el de Felipe Calderón, cuya política de seguridad nos llevó a una supuesta “guerra contra el narcotráfico” teniendo infiltrado al crimen organizado.  

Mientras esto acontece y de manera preventiva, Felipe Calderón buscó un pretexto para refugiarse en España. Contactos allá tiene y de gran valía. 

Sólo hay que recordar que, cuando acabó su sexenio, el expresidente fue contratado como asesor del grupo Iberdrola. 

Formalización de una relación laboral que empezó en su propio sexenio y por la cual también debería rendir cuentas algún día.

Desde que Genaro García Luna fue aprendido en Estados Unidos, Calderón argumentó no saber nada del vínculo de su secretario de Seguridad con el crimen organizado. 

Mejor declararse incapaz que poner en riesgo su libertad. Sin embargo, diversos reportes alertaron sobre la doble vida de García Luna, incluso cuando este se desempeñaba como director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) de Vicente Fox. 

El caso, por lo tanto, involucra no sólo a uno sino a dos gobiernos del PAN. Partido, que, dicho sea de paso, nunca logró desmarcarse del legado calderonista. 

No sólo eso, sino que cuando Calderón fracasó en su intento por crear otro partido, Acción Nacional le volvió abrir las puertas a quién en 2006 derrotó –fraude mediante– al actual Presidente de la República. 

No debería llamar la atención que el principal partido de la alianza opositora haya optado por el silencio ante lo que está saliendo a la luz en el juicio a García Luna. Y es que el PAN apela a un gran mal nacional: la poca memoria de una nación que entre 2006 y 2012 estuvo al borde de la disolución social. 

Pero este olvido y ese silencio no son tanto un rasgo cultural sino una gran industria que trabaja constantemente para que nada pase. Transformados en verdaderos emprendedores de la desmemoria, varios comunicadores han expresado su “escepticismo” respecto a los testimonios que hemos escuchado en los primeros días del juicio. Al fin y al cabo, son criminales y seguramente actúan motivados por algún interés personal en contra del secretario. 

¿Por qué proteger a Calderón? ¿Por qué arropar a un partido que nos debe todavía una buena explicación sobre el reguero de muertos que provocó? 

Acaso no es escandaloso que un gobierno que aumentó el índice de homicidios casi 200% haya sido parte de la maquinaria de muerte y desaparición del crimen organizado. 

El juicio a García Luna nos abre una ventana para ver las entrañas de un régimen corrupto que puso en riesgo la vida de sus ciudadanos a cambio de jugosos sobornos para unos cuantos. 

¿Llegará el tiempo de la verdad? 

POR ADRIÁN VELÁZQUEZ RAMÍREZ

COLABORADOR

@AdrianVR7

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