COLUMNA INVITADA

Vencer las enfermedades del corazón es algo que debe a cada corazón importarle

La afección cardiovascular ocurre, en más de 75 por ciento de los casos, en países de medianos y bajos ingresos

OPINIÓN

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Jorge Eduardo Cossío-Aranda / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

La principal causa de muerte en el mundo sigue siendo la Enfermedad Cardiovascular, con más de 18 millones de muertes al año. Cifra muy superior a la reportada en toda la pandemia por COVID-19 y a los que mueren anualmente por cualquier tipo de cáncer. Esta enfermedad ocurre en más del 75% de los casos, en países de mediano y bajos ingresos como México, en donde según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2021 mató a 226 703 personas. Es por eso, que la World Heart Association, afiliada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), organiza todos los días 29 de septiembre, año con año, el “Dia Mundial del Corazón”.

El evento o conmemoración del “Dia Mundial del Corazón”, no es casual ni banal. Es ese día, cuando se recuerda a la comunidad internacional de cualquier organización y forma de pensar, que debemos hacer más para prevenir la enfermedad cardiovascular, y en este año, la Sociedad Mexicana de Cardiología, organizó junto a la World Heart Federation y la Sociedad Interamericana de Cardiología, un evento científico y de acción comunitaria en la Ciudad de Tijuana Baja California. Será una oportunidad para enviar un mensaje al mundo entero.

Y hay mucho que decir; la COVID-19 afecta al corazón de manera directa o indirecta, aún en algunos enfermos que no tuvieron síntomas. Los que han muerto de COVID-19, han tenido en su mayoría, como causa principal la afectación cardiaca. Muchos enfermos de corazón durante esta grave pandemia, no tuvieron acceso a la atención médica en su tiempo oportuno, porque se tuvo que dar prioridad al tratamiento de enfermos infectados por SARS-COV-2 y, ahora tienen una enfermedad cardiaca mas grave y complicada.

Otros problemas de salud cardiovascular que debemos tener presentes, son la cardiopatía congénita que afecta a los niños mortalmente y que repercute gravemente en la calidad de vida de los que han sobrevivido a ello, a la cardiopatía isquémica porque se siguen muriendo la mayoría de los pacientes que se infartan del corazón, antes de ser atendidos en un hospital, porque llegan tarde para ser tratados, otros son aquellos que en la progresión de las enfermedades cardiacas, aterrizan en la insuficiencia o falla cardiaca.

La falla cardiaca tiene una mortalidad mayúscula, de 50% a 6 meses si no se atienden en grandes centros hospitalarios con dispositivos tecnológicos poco accesibles para los pacientes, con un costo que impacta gravemente en los sistemas de salud y, finalmente me referiré, a la salud de grupos vulnerables como la mujer y el transgénero, es decir, aquellas personas cuya identidad de género difiere del que se les asignó al nacer.

Las mujeres tienen un corazón más susceptible a enfermarse que los hombres, sobre todo cuando se acercan o rebasan la menopausia. Ellas, las mujeres, no han estado representadas en muchos estudios, que fueron hechos para tomar decisiones en los tratamientos médicos. Las mujeres mueren 6 veces más de enfermedades cardiacas que del cáncer de mama y, no lo conocemos de esa manera. Las mujeres que reciben medicamentos de última generación para cáncer de mama se curan de ese cáncer, pero pueden morir de toxicidad del corazón si no son vigiladas estrechamente.

Las arterias coronarias que nutren al corazón de la mujer, tienen mayor susceptibilidad a complicaciones cuando son tratadas con angioplastia por ejemplo, es debido a que tienen arterias más pequeñas que la de los hombres. La variabilidad hormonal, puede llevarlas a eventos isquémicos, a que sus arterias coronarias se ocluyan por aterosclerosis o “grasa”.

En este evento, por primera vez en un foro cardiológico que agrupa muchas sociedades mundiales de cardiología, se tratará la salud cardiovascular del transgénero. Se hará de una manera integral, porque se conoce muy poco sobre la salud cardiovascular del transgénero, aún sabiendo que la comunidad médica ha observado que, la patología cardiovascular es frecuente en ellos por el uso de medicamentos hormonales, sin que los médicos y en especial los cardiólogos, hayamos hecho aún lo suficiente para su atención.

Se estima que actualmente existen entre 5 a 6 millones de personas que no se consideran hombres ni mujeres en el mundo. Sin embargo, existen subregistros, ya que no se reconoce a esta comunidad legalmente en muchos países, por lo que no están representados en los censos de población. Países como Nepal, la India, Pakistán y Bangladesh, fueron los primeros en considerar un tercer género durante estos censos de población, y ahora lo han hecho otros países de cultura occidental, como Nueva Zelanda, Dinamarca, Alemania, Australia, Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia.

En Argentina, país latinoamericano, la Ley de identidad de género en 2012, ha permitido a personas cambiar su identidad de género sin barreras en la terapia hormonal, cirugías y diagnóstico de padecimiento psiquiátrico, que los etiquete de manera general con problemas mentales. Otros países como Chile, Uruguay y Bolivia, así Argentina, han ido reformando sus leyes para un mejor acceso a la salud. México y Colombia, han avanzado también en este sentido.

Sin embargo, esto no ha sido igual incluso en países que tienen amplio desarrollo tecnológico en la medicina, por lo que desconocemos muchas de las complicaciones de salud, que suceden en este grupo vulnerable, como son las complicaciones cardiovasculares del uso de terapia hormonal para reafirmación de género y, su asociación con embolias, arritmias, isquemia miocárdica y falla cardiaca grave. Todas estas son enfermedades cardiovasculares totalmente prevenibles, con alta posibilidad de ser tratadas adecuadamente, si los médicos y en especial los cardiólogos, nos interesamos más en este tema.

De acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos de América, cerca de un millón de personas se identifican como transgénero, que corresponde al 0.6% de su población adulta. América Latina es la región del mundo con más violencia en la comunidad transgénero, casi el 80% de los asesinatos a nivel mundial en este grupo de población.

Se ha reportado que en promedio la vida de las mujeres trans en América Latina es mucho menor que la que se tiene para esa región, en población general, y la Organización Panamericana de la Salud, ha pugnado por considerar estrategias de salud universal para este grupo, de tal manera que obtengan cobertura y acceso a servicios de salud de una manera integral. Sin embargo, no conocemos un censo exacto de la salud cardiovascular en población transgénero.

La Primera Encuesta Mexicana sobre Diversidad Sexual y de Género del INEGI en México, mostró que la comunidad trans es de casi un millón, que corresponde al 0.9% de la población mayor de 15 años. El dato es relevante ya que se trata de una comunidad creciente, que solicita acceso a los sistemas de salud para intervenciones quirúrgicas, tratamientos hormonales y atención a la salud mental.

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud ha considerado cambiar el término transexual por incongruencia de género, dentro de la “Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud” (DCI 11 o CIE 11 en castellano), que es el sistema de clasificación de enfermedades que nos hace hablar en un idioma común, a muchos médicos de varios países. Lo define, como una condición relacionada con la salud sexual de una persona, en lugar de un trastorno mental y de comportamiento. Esto ha sido un gran paso, ya que al no ser encasillados en el diagnóstico de enfermos psiquiátricos, pueden tener acceso a sistemas de salud abiertamente, lo que es un derecho humano.

Esta clasificación reconoce los vínculos que existen entre la identidad de género, su comportamiento, la transmisión de enfermedades como el SIDA, los trastornos adaptativos de conducta y su vulnerabilidad para la violencia. Sin embargo, no se toman en cuenta de manera específica, los problemas serios que esta comunidad enfrenta, por terapias hormonales que afectan su salud cardiovascular.

Aún así, este cambio en la guía CIE 11, ha sido un primer paso para eliminar barreras legales que impidan una adecuada atención médica, con cobertura universal, de los que se enferman por terapia hormonal u otras enfermedades ya comentadas en la esfera mental e infecciosa, y permitirá una mejor visión de los médicos hacia lo que ocurre en la salud global y en lo particular, la cardiovascular, tomando en cuenta que la comunidad transgénero generalmente tiene mayores factores de riesgo para desarrollar eventos cardiovasculares, en comparación con la población cisgénero. 

Con respecto a la salud cardiovascular del transgénero, se conoce que el riesgo de infarto del miocardio es 2 veces mayor en hombres transgénero en comparación con hombres cisgénero. Algunos estudios reportan que, las tasas de infarto del miocardio y enfermedad cerebrovascular pueden ser más altas en mujeres trans que en hombres trans. Los tratamientos hormonales para reafirmación de sexo pueden relacionarse con incremento de complicaciones tromboembólicas, de enfermedad vascular cerebral, disfunción endotelial que es la capa interna de los vasos arteriales del corazón en donde inicia que se tapen las arterias, mayor tasa de arritmias ventriculares y trastornos de repolarización.

Hay fuerte evidencia de que la terapia estrogénica para trans-mujeres aumenta 5 veces más su riesgo para tromboembolias venosas. Sin embargo, hay pruebas contundentes de que el tratamiento con estrógenos en mujeres-trans, aumenta el riesgo de hemorragia en las venas. Estos son temas que discutiremos en el evento científico, con la participación primordial de estas tres sociedades.

Con la participación de pediatras de diferentes disciplinas científicas, de psiquiatras y autoridades legislativas conmemorando el día mundial del corazón, se ha considerado abordar la salud global y cardiovascular, de la población pediátrica trans, ya que a estas edades muchos o muchas de ellas, empiezan a reconocer que no están conformes con el sexo o género que tienen.

Hay informes que hablan que el 77% de las personas trans son expulsadas de sus hogares durante la infancia y una de cada 4 personas no termina la escuela secundaria, más de la mitad de ellos sufre situaciones de discriminación en hospitales, y no cuentan con un libre acceso a la salud.

Por primera vez, el tema de salud cardiovascular y transgénero será abordado por una sociedad cardiológica, con la discusión, análisis y propuestas de expertos en diversas disciplinas, que nos ayudarán a entender el panorama general, y en lo particular el cardiovascular, de la atención a la salud en la comunidad transgénero.

El compromiso de la Sociedad Mexicana de Cardiología en esta ocasión, será alertar a la comunidad cardiológica del país, sobre las potenciales complicaciones cardiovasculares de la población transgénero. Así mismo, continuar los esfuerzos para disminuir las brechas de discriminación e inequidad de género en el quehacer científico.

Como lo está expresando la World Heart Federation en este año 2022, hacia el “Dia Mundial del Corazón”,  “vencer la enfermedad cardiovascular es algo que importa a cada corazón que late”.

Dr. Jorge Eduardo Cossío-Aranda

Presidente de la Sociedad Mexicana de Cardiología

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