COLUMNA INVITADA

La propuesta de AMLO: humanismo y economía

Contempla una tregua de cinco años entre todas las naciones del mundo, con el compromiso de evitar enfrentamientos y de no intervenir en conflictos internos

OPINIÓN

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Benjamín Robles Montoya / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Con AMLO, México ha recuperado relevancia en el concierto de las naciones. Ello ha quedado acreditado en diversas oportunidades: la VI Cumbre de la CELAC, las reuniones de la OPEP y países productores aliados, su inasistencia a la Cumbre de las Américas ante la negativa de EU de invitar a todos los países; su postura de sustituir a la desacreditada OEA por un nuevo mecanismo autónomo que no responda a designios de una nación en particular ni a la agenda ideológica personal de su secretario general en turno; o sus críticas ante la reiteradamente ineficiente labor de la ONU —algo que es evidente y que muchos piensan, pero nadie se atreve a decir—.

Con esa relevancia internacional —lograda, por cierto, con una firme y digna política exterior y no despilfarrando en viajes al extranjero ni sometiéndose a designios de otros países— el pasado 16 de septiembre, durante el desfile militar, AMLO señaló que el conflicto entre Rusia y Ucrania ha desencadenado consecuencias económicas globales y un gran sufrimiento humano, ante lo cual anunció que enviará a la ONU una propuesta de integración de un comité de diálogo y de paz para frenar la invasión a Ucrania, conformado por el Primer Ministro de la India, Narendra Modi, el Papa Francisco y el secretario general de la ONU, António Guterres, con la idea de decretar un cese de hostilidades y el inicio de un proceso de diálogo entre las naciones en conflicto.

La propuesta contempla una tregua de cuando menos cinco años entre todos los países del mundo, con el compromiso de evitar enfrentamientos y de no intervenir en conflictos internos. Los contenidos del planteamiento son extraordinarios; expone que la guerra es alimentada por los intereses hegemónicos de potencias y grupos de poder y que las sanciones económicas sólo han servido para agravar el conflicto, producir más sufrimiento a los pueblos, provocar el desabasto de medicamentos y energía, así como impulsar la inflación mundial.

Pero más extraordinaria es su visión humanista; AMLO expresa preocupación por el sufrimiento de los pueblos y plantea que la tregua permita enfocar el esfuerzo de los gobiernos a atender los problemas de pobreza, salud y violencia en todos los continentes, con lo que además de humanismo, también muestra su visión global al no dejar de lado otros conflictos bélicos que parecen no importarle a nadie, como el de Armenia y Azerbaiyán, o la República Saharaui y Marruecos, o amenazas a la paz mundial como las tensiones entre EU y China por Taiwán, o las pruebas armamentistas de Corea del Norte.

La respuesta del asesor de Zelenski es comprensiblemente sesgada por la situación de su país, pero no por ello deja de ser equivocada y desinformada; pero a partir de ella hay quienes han vuelto a intentar hacer creer que AMLO está en favor de Putin a pesar de que en su discurso volvió a decir que la invasión rusa a Ucrania es reprobable.

No saben escuchar, o creen que todos los problemas mundiales se limitan a Putin y Zelenski, o no tienen idea de lo que pasa en el mundo, o no comprenden las causas de la inflación mundial agravada por la voracidad de los banqueros y del sistema financiero mundial que funciona por y para ellos, o de plano no les importa el sufrimiento humano. Pero AMLO tiene razón, sin paz no habrá ni crecimiento económico ni mucho menos justicia. No tienen cómo rebatirlo.

POR BENJAMÍN ROBLES MONTOYA

COLABORADOR

@BENJAMINROBLESM

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