COLUMNA INVITADA

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Opinar que en el México de López Obrador hay incertidumbre siempre ha sido un error, hay escenarios creados para cumplir objetivos. La incertidumbre no es sinónimo de no escuchar lo que queremos oír del presidente

OPINIÓN

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Óscar Sandoval / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Comunicar (también) es gobernar ha cobrado una nueva dimensión durante la Administración López Obrador. Lo hace de forma extraordinaria en función de sus objetivos y la quimera del “poder es del pueblo” ha generado la percepción de que los de él, son los de todos. Así, en la narrativa presidencial toca el turno a la “soberanía” energética en el capítulo TMEC.

El Canciller Ebrard expresa en un vídeo publicado en Twitter que responde a la pregunta de “Ricardo” respecto a si el diferendo implica que vamos a salir del Tratado, a lo que señala que “desde luego que no, no hay tal (…) no tenemos ninguna indicación del presidente en esa dirección (…) esta insistencia en que tiene que haber un conflicto mayor carece de fundamento”.

Si observamos a detalle el juego de las palabras, encontramos que el “fundamento” es, al menos, una insinuación del presidente López Obrador en la #Mañanera, acción que comunica y sobre la que él más que nadie sabe que tiene un efecto; es jefe de Estado, pero también líder político de un Movimiento.

Opinar que en el México de López Obrador hay incertidumbre siempre ha sido un error, hay escenarios creados para cumplir objetivos. La incertidumbre no es sinónimo de no escuchar lo que queremos oír del presidente.

Para evitar mal entendidos y entender por qué los mercados no reaccionan como esperaríamos de la posibilidad (que siempre existe) de salir del TMEC, hay que observar dos cosas: primero, que en el escenario público y mediático los gobiernos de Estados Unidos y México están hablando de cosas distintas; segundo, en lo privado una cosa es utilizada para buscar lograr el objetivo del Presidente.

¿A qué me refiero cuando digo que están hablando de cosas distintas? México está negociando públicamente la interpretación del capítulo 8 que se refiere al “Dominio Directo y la Propiedad Inalienable e Imprescriptible de los Estados Unidos Mexicanos de los Hidrocarburos”. Estados Unidos los artículos 2.3, 14.4, 2.11, 22.5.2 y 29.3 que se refieren concretamente a trato desfavorable a empresas norteamericanas, imparcialidad e irracionalidad.

¿Por qué hacerlo así? En función de la forma en la que este Gobierno ha administrado la comunicación y su conjunción con la negociación política podemos inferir que para, si o si, ganar frente a los ciudadanos mexicanos y su electorado.

Las mesas de negociación se llevarán a cabo conforme se establece en el mismo TMEC y habrá acuerdos. A la par se dirá que se defendió la soberanía que, al no haber sido el tema de discusión, no habrá cambiado respecto a lo que es hoy y habrá un triunfo más en el terreno de la comunicación y por tanto en la aprobación que le da legitimidad pública a sus acciones y sumará a su moralidad, aunque no necesariamente a la legalidad.

Estamos frente a un escenario más capitalizado por el Presidente a partir del conflicto “infundado”. Esta en su legítimo derecho y explica por qué el poder económico y empresarial baila a su son. Así los tiempos.

POR ÓSCAR SANDOVAL SAENZ
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ

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