COLUMNA INVITADA

No pierdas de vista tu libertad

Los países democráticos, entienden las libertades, como derechos humanos. Por ello, la ciudadanía elige mediante diversos métodos de votación, a quienes dirigirán el Estado

OPINIÓN

·
Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Sir Winston Churchill dijo: “La democracia es el peor sistema del mundo, con excepción de todos los demás.” 

Para tener libertad, debemos entender que implica la misma. No es lo mismo en Chile, que en Cuba; o en Estados Unidos con relación a China.

Los países democráticos, entienden las libertades, como derechos humanos. Por ello, la ciudadanía elige mediante diversos métodos de votación, a quienes dirigirán el Estado.

Las diversas Constituciones, protegen de todo lo que atente al libre albedrío. Así que puedes, planificar tu vida, en un control absoluto de la misma. 

Depende de cada uno, el rumbo a tomar, siempre y cuando, no afectes los derechos de otra persona.

Pero en países, que no practican el sistema democrático, tienen que aceptar la supervisión mediante la fuerza militar o policial. La vida en esos países no existe desde la percepción de derechos humanos que tenemos los países democráticos, sino que la elección del sistema estatal es interpretada, ya sea mediante su sistema normativo, o conforme a lo que cada líder decida. Dependiendo de la circunstancia, la forma de vida impuesta puede ser por el dictado religioso o, lo que determina el Estado de forma arbitraria. Lo anterior, busca tener un pensamiento de sometimiento, bajo figuras de poder religiosas o impuestas. Es decir, una ideología, donde no eliges, solo eres parte del conjunto. Parece que olvidamos, a personas como Nadia Comaneci, la gran gimnasta que fue robada de su niñez, para incorporarse a un sistema que la sometió a miles de horas de trabajo. O quizá, el famoso bailarín de clásico Rudolf Nureyev, que logró escapar en Francia. Ellos no volvieron a vivir en sus países de origen, su destino final fue Estados Unidos, país imperfecto, desde luego, pero cuna de la libertad democrática. Diría el filosofó Yuval Noah Harari, que nunca ha escuchado a una persona que huya de un país libertario a uno que no lo sea. En general, desde Einstein hasta deportistas cubanos huyen de las sociedades que te dictan que hacer, y que pensar.

México, es un país en el cual, muchos habitantes admiran el modelo socialista, sin embargo, están acostumbrados a salir a la hora que quieren, estudiar en escuelas públicas o privadas, ir al mercado y tener a la mano, miles de productos con anaqueles de una variedad asombrosa. Restaurantes de todo el mundo, para cualquier bolsillo; y la posibilidad de vacacionar, por lo menos una vez en la vida. La posibilidad de comprar coches, sistemas de streaming, radio y televisión, con diversidad de opiniones. Desde la ropa, hasta los oficios religiosos, la libertad es nuestro símbolo. 

La revolución mexicana surgió ante el oprobio de una dictadura, y es que muchos mexicanos/as, no se dan cuenta de que sería muy complicado, haber crecido en libertad, y de pronto, vivir bajo otro régimen que pudiera coartarla. 

No sería deseable la racionalización de la comida e insumos.

Imagina no poder expresar lo que piensas, mediante, charlas, arte, libros, periódicos o pláticas ya que podría ser un delito, con pena carcelaria o, de embargo de bienes. En países no democráticos, el derecho y la norma, no existen y tampoco hay abogados que las defiendan, porque contra el Estado no hay defensa.

Los Estados policiales y dictatoriales e ideologizados, se hacen con el poder convenciendo a gran parte de la población de que son nuestros pares, que han sufrido como nosotros, pero sobre todo que saben cómo cambiar la circunstancias en que vivimos. 

Llegar al poder tiene más que ver con los sentimientos de la población y menos con su racionalidad. 

Eso tiene una explicación. En un sistema donde tenemos libertad. También existe el lado “B.” 

Creemos que merecemos todo, y ante tantas expectativas se genera una percepción, constante de querer más, así como un sentido de competencia con relación al otro/a. 

Al podernos percatar de lo que los demás poseen; ya sea en estatus, cultura, relaciones, talento, carisma, crece el resentimiento, por no sentirse parte de quienes poseen aquello. Lo anterior alimenta en el votante la cabida, a discursos que prometen el cambio de aquel sistema, que supuestamente, impide obtener lo que se cree merecer. Pero ello, no significa que la nueva política te será favorable. Esa circunstancia, no se da en ningún régimen totalitario policial, dictatorial o comunista, simplemente, porque los canales para darte cuenta de lo que sucede alrededor están cancelados, ya sea por el miedo, penas capitales, prisión o amenazas a quien las detecta. Lo cual hace muy difícil manifestar públicamente, el sentido de injusticia que se vive.  

México es un país que tiene que concentrarse más en no perder libertades que en obtener las mismas, ya que somos privilegiados en el sentido amplio de la palabra. Puede ser complejo, pero hay donde vivir, estudiar, y salir adelante. La libertad se debe cuidar, opinando, manifestando nuestras ideas, escuchando a los/as demás, haciendo dentro de nuestros círculos lo mejor que podamos por nosotros/as y nuestras familias. Pero, sobre todo, al momento de decidir, sintiendo menos, y pensando más.

POR SARA MORGAN
CONSULTORA JURÍDICA Y DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB
@MORGANSAREL

PAL