MALOS MODOS

Democracia a madrazo limpio

Ahora sabemos lo que significa “democracia popular”. Significa que las cosas transcurren en santa paz hasta que alguien no está de acuerdo

OPINIÓN

·
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En San Luis Potosí, una mujer lanza golpes con un paraguas a la manera morenista: sin técnica, pero con fiereza, 90 por ciento honestidad.

En Irapuato, otras dos mujeres combaten en la misma tesitura, pero sin paraguas, también entre una multitud en llamas.

En Aguascalientes, un sujeto que da empujones a otro es sometido con una especie de mataleón por un tercero, que recibe un volado muy descompuesto de un cuarto. Todos terminan en el piso, a manotazos y patadas.

En Zongolica, lo que está en llamas son las papeletas. También en Veracruz, pero en Acayucan, la gente corea: “¡Fraude, fraude!”.

En Minatitlán, la diputada Cisneros rueda literalmente sobre las mesas de votación para reventar el proceso. La arresta la Policía. En Veracruz, Xalapa y otras varias ciudades gobernadas por el Cuit, acarreo: si no te formas te quedas sin chamba o sin “ayuda”, según el caso.

De ahí las filas de funcionarios, adultos mayores y ninis del bienestar, y de ahí en parte —súmenle el video donde el funcionario de casilla rellena las boletas­— ese récord: 27 votos por minuto.

En Chihuahua, suben a redes los papelitos que les pasaban los funcionarios de casilla a quienes iban a las urnas. ¿Papelitos con qué? Con los nombres de las personas por las que tenían que votar.

En Oaxaca, la multitud carga contra la reja que la separa de las urnas, cerrada sin explicaciones. Una mujer, al parecer inconsciente, es retirada en una silla de plástico. En algún otro lugar, un sujeto al que se le ve la raya, media nalga izquierda y media derecha, se levanta milagrosamente de una madriza tipo futbol llanero.

En Tlapa, Guerrero, el subdelegado regional funge a la vez de candidato a consejero y presidente de la mesa. En Chiapas, se llevan las urnas para el conteo a la presidencia municipal y los guaruras sacan a los escrutadores. A Liz Vilchis y su marido, en Puebla, los exhiben colándose a la casilla. Ya saben: unos somos más iguales que otros. En redes, Ackerman y Epigmenio se agarran de las greñas.

Al Rambo de la 4T no le gusta que el multidoctor denuncie la infinidad de truculencias que le tocó ver en Coyoacán.

Del presidente, a Mario Delgado, a ese pilar intelectual de la 4T que es El Fisgón, el oficialismo se ha dedicado en los últimos días a quitarle importancia al espectáculo de corrupción y violencia que nos ofreció la “fiesta democrática”, se entiende que de democracia popular, del fin de semana.

El monero, por ejemplo, dice con precisión tecnocrática que las irregularidades en el proceso fueron “de un 3.4 por ciento”, nada más, nada menos. Que lo que dominó fue la civilidad y la concordia.

No, pues qué tranquilidad. Ahora sabemos lo que significa “democracia popular”. Significa que las cosas transcurren en santa paz hasta que alguien no está de acuerdo con algo. Significa, pues, “democracia a madrazo limpio”.

POR JULIO PATÁN
COLUMNISTA
@JULIOPATAN09

PAL

 

SEGUIR LEYENDO:

Uy, qué miedo

Demasiada crueldad, señor Presidente

Librazos, no balazos