COLUMNA INVITADA

Dejemos de simular el aprendizaje

Preocupa que la SEP realice acciones que pueden ser benéficas, pero que, sin una planeación, lo único que provocan es cansancio y malestar entre estudiantes

OPINIÓN

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Katia Carranza / Columna Invitada /Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El próximo 29 de agosto inicia el ciclo escolar 2022-2023, y la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, exhortó a padres y madres de familia a que sus hijos e hijas acudan de manera presencial a las escuelas; sin embargo, no ha presentado ninguna estrategia para recuperar los aprendizajes que perdieron niños, niñas y jóvenes durante los más de 17 meses que estuvieron cerradas las escuelas.

En el Acuerdo 11/06/22 emitido por la Secretaría de Educación Pública se establece un periodo extraordinario de recuperación, con el objetivo de garantizar la continuidad de las y los estudiantes en el Sistema Educativo Nacional, el cual comprenderá, del inicio del ciclo escolar 2022-2023 hasta el término del primer periodo de evaluación, y partirá de una valoración basada en los resultados de la evaluación diagnóstica de los estudiantes a cargo del docente del grupo o de asignatura.

También se precisa que, tras la valoración a los alumnos, el maestro diseñará un plan de atención de aprendizajes prioritarios elaborado bajo el esquema de nivelación del grado escolar o asignatura. Sin embargo, la SEP continúa sin elaborar una estrategia completa y adaptable a los distintos contextos que brinde a maestros las herramientas para diseñar el plan de atención de aprendizajes que se señala en el Acuerdo.

Y decimos que siguen sin elaborarla, porque dicha estrategia debía realizarse desde el inicio del ciclo escolar 2021-2022, cuando comenzaron las clases presenciales, para que desde ese momento los maestros pudieran identificar el rezago educativo con el que volvieron sus estudiantes y trabajaran en su recuperación, nivelación y reforzamiento.

En dicho acuerdo también se señala que en todos los casos en que se asiente una calificación numérica en la boleta de evaluación de estudiantes de primaria y secundaria la calificación no podía ser inferior a 6.

Y aunque ya hemos dicho que no estamos en contra de la no reprobación, sino en asentar una calificación numérica cuando no hay un aprendizaje detrás, sí nos preocupa que esta medida se vuelve más problemática, justamente para lograr la recuperación de los aprendizajes, ya que la calificación no le muestra al maestro qué aprendieron y qué no los estudiantes, porque no es lo mismo un alumno que obtuvo un 6 y que sí asistió a las aulas, a otro con el que se mantuvo únicamente con comunicación intermitente.

También se debe tomar en cuenta que la mayoría de los maestros recibirá un grupo nuevo, lo que implica trabajar desde cero en el diagnóstico e identificación del rezago. Preocupa que la SEP realice acciones que pueden ser benéficas pero que, sin una planeación, lo único que provocan es cansancio y malestar entre estudiantes y maestros, como fue la prolongación del final del ciclo escolar que se decidió sin una estrategia para recuperar, nivelar y reforzar los aprendizajes.

Es urgente que las autoridades educativas brinden formación a los docentes para que, como lo señala el acuerdo, en el primer trimestre del ciclo logren la recuperación de aprendizajes de los estudiantes, pero para eso se necesita de una estrategia que los guíe y les dé las herramientas necesarias, de lo contrario, seguiremos simulando que hay aprendizaje.

POR KATIA CARRANZA

INVESTIGADORA EN MEXICANOS PRIMERO

@BACKSB14

MAAZ

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