AGENDA LEVANTINA

Viejos demonios

Ayer y hoy, contexto y reacciones en Medio Oriente sobre la fatwa contra el escritor Salman Rushdie, que fue atacado el pasado 13 de agosto

OPINIÓN

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Marta Tawil / Agenda Levantina / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cuando se publicaron Los versos satánicos de Salman Rushdie en 1988, el mundo árabe estaba marcado por el fin de la guerra entre Irán e Irak, la derrota del Ejército soviético en Afganistán y la primera intifada palestina. En ese escenario convulso, la fatwa o pronunciamiento que emitió el ayatolá Ruhollah Jomeini, el 14 de febrero de 1989, para asesinar a Rushdie recibió reacciones mixtas. Arabia Saudita organizó en marzo de 1989, una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Organización para la Cooperación Islámica, durante la cual el Rey Fahd llamó a la tolerancia.

La Universidad de Al-Azhar (El Cairo) rechazó la fatwa iraní, argumentando que toda sentencia de muerte debe provenir de un tribunal. Por su parte, gran número de intelectuales y militantes del mundo musulmán le expresaron entonces su solidaridad. Por iniciativa de escritores y artistas, el 24 de marzo de 1989, se publicó una petición en el diario libanés As-Safir para “defender el derecho del escritor a vivir”.

Las reacciones ante el ataque cometido contra el escritor, el pasado 13 de agosto, son algo diferentes a las de 1989. En Irán, algunos ciudadanos elogian el brutal apuñalamiento, otros afirman que perjudicó la libertad de expresión y varios altos funcionarios alegan que fue una conspiración para torpedear las negociaciones con Washington en el tema nuclear. 

Como en 1989, Arabia Saudita y otros líderes buscan evitar que Irán se presente como el principal defensor del mundo musulmán. Al mismo tiempo, los medios árabes en el Golfo y el Magreb cubrieron el ataque con sobriedad, publicando las noticias de las agencias internacionales sin más comentarios.

La cadena Al-Arabiya menciona explícitamente los orígenes libaneses del agresor, Hadi Matar, quien expresaba en sus cuentas de redes sociales una cercanía con el extremismo chií y la Guardia Revolucionaria iraní. En India, grupos musulmanes conservadores han optado por no emitir un comunicado sobre el ataque a Rushdie, por temor a represalias del partido fundamentalista hindú en el gobierno.

El ataque a Salman Rushdie, 33 años después de la fatwa de Jomeini, se produce en el marco del desgaste de los levantamientos populares que estallaron en 2011 e intensificaron la lucha por el poder regional; del fin de la esperanza para los palestinos ante el avance de Israel y la disminución de la solidaridad internacional; de un sistema internacional multipolar y la fragmentación de la gobernanza global.

El retorno de Rusia y la afirmación de China imponen su peso colosal al sistema multilateral, que se tambalea en sus bases normativas y su capacidad operativa. El dilema y el acento, hoy como en 1989, es el mismo: las sociedades de la región se hallan entre la espada de viejos demonios estatales y la pared del fanatismo.

POR MARTA TAWIL

*Investigadora de El Colmex 

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