Una burla más. Pero comencemos por el contexto: (1) Hace 10 días asesinaron en el estado de Durango al Dr. Erick Andrade, pasante de medicina (no es el único, la Asociación Mexicana de Médicos en Formación estima que anualmente al menos un médico pasante ha sido asesinado en los últimos cinco años). (2) Se ha documentado, además, que el 40% de los médicos pasantes en México ha sufrido algún tipo de agravio: agresiones verbales o físicas, secuestros, amenazas, violaciones, etc. (3) Quince trabajadores de la salud mexicanos apenas protestaban hace un par de días por haber sido despedidos injustamente. Mientras que, en Nayarit —donde estuvo el fin de semana— López Obrador daba la bienvenida a médicos cubanos…
Antes de traer a alguien,m— profesionistas de la medicina en este caso—, el gobierno federal debería mejorar las condiciones de seguridad de los médicos mexicanos. Con todo respeto, la respuesta a la tragedia, a la inseguridad y, para el caso, a la falta de atención médica de la población, no se subsanan contratando a médicos extranjeros.
En lo único que tiene razón López Obrador es que por cuanto a la salud no debiera haber ideologías; sin embargo él es el primero en ideologizar y proferir deslealtades en estos tiempos, comenzando por contratar médicos extranjeros y no darles a nuestros compatriotas ni la seguridad ni las mínimas condiciones laborales requeridas.
Lo he dicho antes, traer a médicos cubanos es contratar mano de obra esclavizada para que ese país les pague no sabemos cuánto ni bajo qué condiciones, además de sostener un régimen dictatorial, corrupto y violador de los derechos humanos, poniendo a la población mexicana en riesgo.
Estamos hoy exactamente como hace unos meses. Si bien en el interim se abrieron/concursaron algunas plazas, ya vimos de cuáles se trataban. Muchas de ellas no pueden ser cubiertas bajo ningún parámetro sensato, laboralmente hablando, y el gobierno federal no ha hecho nada para que esas plazas puedan ser ocupadas por médicos de forma correcta, con protecciones físicas y laborales.
Mismo el proceso de ocupación de ciertas vacantes no se sabe cómo ocurrió. Como en todo lo relacionado con la Cuarta Transformación, hay opacidad y secretismo absoluto.
En ese sentido, el presidente AMLO terminó haciendo lo que le vino en gana: traer a los galenos cubanos a México a desempeñar sabrá qué funciones. Con la llegada de esos médicos se tiene la definición exacta de “atole con el dedo”; un atole que ya ha durado tres meses.
Se desconoce cuáles médicos vienen, las capacidades y competencias que ellos dominan. Por otra parte, ¿a qué lugares sin protección se está mandando a dichos galenos?, ¿se les exige licencia médica?, ¿se presentan ante el Consejo Mexicano de su especialidad? Porque eso es lo que se les pide a los médicos mexicanos que, después de estudiar en el extranjero, quieren ejercer la medicina.
Ante el asesinato del Dr. Erick Andrade, queda claro que hay vocación por parte de nuestros médicos, como también exceso de inseguridad en nuestro país. Pero eso al régimen federal poco le importa; López Obrador hizo lo que se le pegó la gana.
No olvidemos:
#NiUnMédicoPasanteMás #PorUnServicioSocialSeguro
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO
PAL
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