En sus memorias, el expresidente William Clinton explica que tuvo que saltarse al Congreso de EU para apoyar un paquete multimillonario de ayuda financiera para que la crisis financiera de 1994-1995 no impactara negativamente en su seguridad nacional.
En los noventa se consolidó el concepto de seguridad económica/financiera de los Estados como asunto indispensable para el desarrollo y seguridad. Sin finanzas económicas sanas, los países pueden caer en espirales de pobreza, desigualdad, corrupción e inseguridad crónicas que nos les permiten alcanzar sus objetivos de desarrollo.
El presidente Clinton y su Consejo de Seguridad Económica confiaron en un país que cayó en la peor de las bancarrotas de la historia reciente en buena medida porque un año atrás se comprometió a entrar a las grandes ligas comerciales al firmar un tratado de libre comercio con dos superpotencias económicas: Estados Unidos y Canadá.
Argentina no tuvo la misma suerte que México. A ese país se le negó el acceso a fondos financieros internacionales para afrontar su crisis de la deuda. En cambio, a nuestro país se le abrieron apoyos del FMI y del BID para complementar el apoyo de EU y, de esta manera, salir mucho más rápido de la crisis de 1994.
Ahí no termina la historia de éxito del TLCAN. México dejó de ser un país eminentemente exportador de petróleo a ser una potencia exportadora de productos agropecuarios, electrónicos, automotriz y aeroespacial. La dependencia financiera de los recursos provenientes del petróleo terminó afortunadamente. Imagínense si las finanzas públicas siguieran dependiendo de los recursos del oro negro, estaríamos como Venezuela que cayó en una crisis terrible cuando bajaron abruptamente los precios de este combustible.
La firma del TLCAN le permitió a nuestro país constituirse en la primera potencia de comercio exterior de la región. Para que nos demos una idea, el comercio exterior de México es superior a todo el comercio de las naciones latinoamericanas incluyendo a Brasil.
De esta manera, la Unión Europea no dudó en aceptar la propuesta mexicana de firmar un acuerdo comercial que además incluyó concertación política.
El gobierno mexicano estará muy bien representado por la doctora Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior. La doctora de la Mora además de ser una funcionaria con décadas de experiencia en su materia es una reconocida académica y especialista en comercio. Luz María no tendrá un paseo por el parque durante estas consultas previas a la instalación de los paneles de solución de controversias.
El TLCAN y ahora el T-MEC son instrumentos que le han dado a nuestro país prestigio en el ámbito internacional, que lo posicionan como un actor responsable en el escenario global porque cumple con sus compromisos. Por lo anterior, no es un asunto menor que Estados Unidos y Canadá llamen a consultas a México por las probables violaciones a este acuerdo comercial trilateral. Nuestra seguridad económica está en riesgo si perdemos este litigio.
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Agenda estratégica: Para este verano recomiendo la serie francesa Poder Marítimo: la historia de los buques de guerra en Netflix.
POR GERARDO RODRÍGUEZ
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