CUERPO Y ALMA

Prevenir feminicidios

La violencia en contra de las mujeres suele ser escalonada

OPINIÓN

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María Elena Esparza Guevara / Cuerpo y Alma / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Seis meses antes de ser asesinada por su esposo en un restaurante en la Benito Juárez, Yrma Lydya lo había denunciado por agredirla —en otro restaurante— y amenazarla de muerte. Cecilia Monzón murió esperando que el Poder Judicial de Puebla le concediera medidas de protección ante la violencia de su expareja. Mariana Lima Buendía fue revictimizada en el MP de Chimalhuacán cuando denunció las violencias que ejercía su marido, quien finalmente la mató.

Son nombres que nunca debemos olvidar, casos prototípicos de un crimen que cobra 10 víctimas al día en México, de acuerdo con datos del Gobierno. La cifra da escalofríos; conocemos una minúscula proporción porque se vuelve mediática, pero ahora mismo, mientras lees este texto, una mujer podría estar siendo asesinada en su propio hogar por su pareja o expareja, quienes, según el Consejo Ciudadano de la CDMX son, en ocho de cada 10 casos, los agresores.

El riesgo feminicida no es espontáneo, resulta de una escalada de violencia que inicia con agresiones normalizadas socialmente. El mejor instrumento para ubicar el grado de peligro es el Violentómetro, desarrollado por el IPN con fines preventivos. Todo empieza en bromas hirientes, chantajes y mentiras, formas de violencia de género disfrazadas incluso de amor: “Te celo porque me importas”, “si no me dices a dónde vas es que no me quieres”, “no enseñes pierna, me casé contigo pa’ mí”.

Con cada agresión, el violentador destruye un poco más la autoestima de su víctima. Pasa de ignorarla a humillarla en público, prohibirle actividades o jalonearla. Y todo eso está más cerca del feminicidio de lo que creeríamos, de ahí la importancia de denunciar desde la primera vez.

Pero no es fácil, porque al ser personas de la confianza de la víctima y ella estar debilitada emocionalmente, es indispensable que sociedad y gobierno respondamos haciéndole saber que no está sola. Es la única forma de empoderar para romper el ciclo.

Cuando Yrma Lydya otorgó el perdón en diciembre de 2021, estaba sola contra un agresor que se ostentaba como poderoso. El feminicidio puede prevenirse, pero nos toca a todas y todos alzar la voz si una vecina es violentada por su pareja, acompañar a esa amiga en una relación tóxica a pedir ayuda, decirles a todas que no son exageradas si se quejan. Exigir al MP que cumpla la sentencia Mariana Lima Buendía, dictada en 2015 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que todo homicidio violento de mujeres sea investigado con perspectiva de género.

POR MARÍA ELENA ESPARZA GUEVARA
FUNDADORA DE OLA VIOLETA A.C.
@MAELENAESPARZA

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