ESCENARIOS NACIONALES

AMLO: Un presidente sensible; no cobarde

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha reaccionado en diferentes ocasiones

OPINIÓN

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José Luis Camacho Acevedo / Escenarios Nacionales / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha reaccionado en diferentes ocasiones, con sensibilidad política ante los eventos que impone el ejercicio de gobernar.

Sus malquerientes lo han tachado de quejumbroso cuando se refiere a circunstancias adversas, como lo que implica para sus proyectos, la llamada “moratoria constitucional” de la oposición.

El mandatario asume una postura de gobierno atrapado en los tiempos políticos que están afectados, de manera irreversible para él, por la sucesión presidencial adelantada.

Toda crítica a la acción presidencial, hoy por hoy, es a la vez un discurso político electoral.

No obstante, no ha caído López Obrador en el dramatismo excesivo de José López Portillo, quien en sus discursos llegó a recurrir al llanto y las lágrimas.

Tampoco el tabasqueño ha caído en el simplismo del “¿y Yo por qué?” que fue el talante de las respuestas presidenciales del foxismo ante las adversidades siempre complejas del ejercicio de gobernar.

El presidente López Obrador insiste en que heredó una circunstancia de crisis que, de manera innegable, constituye hoy la condicionante principal de su tarea al frente de la nación.

Ciertamente no gusta a la mayoría de la población que se esté, como una manera de encubrir incapacidades, recurriendo de manera reiterada a los errores del pasado.

El estilo personal de gobernar de AMLO ha sido el de seguir, casi al pie de la letra, las reglas impuestas por un sistema político que ciertamente surgió en los mejores años de la dictadura perfecta del priísmo.

Es decir, se trata de hacer historia, en este caso una cuarta transformación, acudiendo a las enseñanzas de la misma defendiendo postulados de un nacionalismo que en su momento de apogeo sirvió, indiscutiblemente para construir grandes proyectos que devienen del fortalecimiento que el poder presidencial ha dado a las instituciones nacionales.

Se ha entronizado en el círculo de los profesionales de la crítica anti-amlo, un posicionamiento tan radical que magnifica cualquier acción del mandatario, sin que esos señalamientos contengan ni propuestas ni alternativas.

El reconocer que nuestro país vive pagando las consecuencias de ejercicio de gobierno que fueron caracterizados por la omisión de responsabilidades y el abuso del poder de gobiernos del pasado no es un recurso para salir declarativamente de una condición de emergencia, es simplemente asumir la realidad fatal e indiscutible.

Ni la corrupción, ni la violencia son fenómenos de una creación que viene de la tarea que actualmente realiza el político de Macuspana. Son los puntos críticos de la mencionada herencia maldita.

Puede ser que en ocasiones se caiga en declaraciones desafortunadas, desde luego involuntarias, pero que de ninguna manera son la expresión de un mal gobierno.

La actitud mencionada de los críticos del presidente de magnificar algunos lances declarativos, tampoco ayuda a la construcción de un espacio necesario de revisión y cuestionamiento al quehacer presidencial.

Este análisis no es una absolución ni al gobierno de la 4T y mucho menos a las conductas equivocadas de varios de sus más encumbrados miembros.

Se trata de que se logre una crítica constructiva y no la reiteración de asumir un antigobiernismo, que en nada contribuye al necesario espacio crítico que debe darse en los medios de comunicación.

MISCELANEAS.

1. Con el nuevo esquinazo que los dirigentes morenistas dieron al senador Ricardo Monreal, al marginarlo del evento partidista de Toluca, la clase política considera que, cada vez con mayor fuerza, se está perfilando una candidatura presidencial del zacatecano fuera de los mecanismos de control político de AMLO.

2. El enterrador del PRI, según lo califica la cátedra política, Alejandro Moreno, incumple su promesa de volverse a reunir con los ex presidentes de su partido que lo llaman a cuentas por su gestión desastrosa, a cambio los invita al Consejo Político del agonizante partido, aunque no quisiera ellos estarán ahí como integrantes exoficio con lugar asegurado en dicho órgano de gobierno. Alito muestra, como respuesta, un ridículo “músculo” con una reunión de exgobernadores cuya constante política es la de haber perdido en las urnas y tener que entregar sus entidades a la oposición.

POR JOSÉ LUIS CAMACHO ACEVEDO
JOSECAMACHO@GMAIL.COM
@JLCA007

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