COLUMNA INVITADA

Por las niñas, con los niños

Necesitamos escucharles y tomar decisiones para que vuelvan a aprender y desarrollen sus habilidades

OPINIÓN

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Laura Ramírez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En Mexicanos Primero cumplimos 15 años de trabajar por las niñas y los niños en México y Latinoamérica. Hacemos investigación que sustente propuestas de política pública; litigio estratégico para defender los derechos de todas las niñas, niños y adolescentes (NNA), y activamos a la ciudadanía, porque pensamos que la educación es un asunto de todos. 

Queremos que cada NNA no sólo vaya a la escuela a repetir contenidos académicos, sino que pueda desarrollar todas sus habilidades individuales y sociales. Esto parte de la convicción de que sólo cuando garantizamos el derecho a aprender —así en su concepción más amplia— de NNA desde su nacimiento, durante toda su trayectoria por la escolaridad obligatoria y que pueda ser aquello que quiere y que tenga un impacto positivo como ciudadano, lograremos la transformación social que necesitamos. 

En estos 15 años hemos buscado estrategias para escucharles, para entender cuál es la educación que quieren y necesitan y así, abrir espacios de participación para que las autoridades tengan en cuenta sus opiniones. 

El camino no ha sido fácil todavía existen barreras adultocentristas por derribar, pero hemos dado los pasos necesarios en ese camino: poner el tema de la primera infancia en la agenda pública, llevar ante tomadores de decisión la opinión de las y los estudiantes, y defender en tribunales que la participación de niñas, niños y adolescentes consagrada en el artículo tercero de la Constitución y en otras leyes nacionales y tratados internacionales sea realmente implementada en la práctica.

Hoy, y de cara al futuro de nuestra organización, tenemos claro que no basta con hacerlo por ellas y por ellos, también queremos hacerlo con ellas y con ellos, cada vez más y cada vez mejor.

 Hace unos días nuestro equipo tuvo la oportunidad de conversar con niñas, niños y adolescentes de varias escuelas de Yucatán, y en términos generales, nos dijeron que no se la pasaron bien cuando las escuelas estuvieron cerradas, no aprendieron porque no entendían las clases y no siempre podían preguntar.

Además, estuvieron tristes, nerviosos y extrañaron a sus amigas y amigos. 

No es nuevo, lo habíamos escuchado en conversatorios y cuando fuimos al hogar de dos mil estudiantes para realizar nuestro estudio Equidad y Regreso. 

No es algo nuevo, pero sigue siendo relevante; necesitamos escucharles y tomar decisiones para que vuelvan
a aprender, para que se sientan bien, para que desarrollen sus habilidades socioemocionales. 

Como dice el pedagogo italiano Francesco Tonucci: “No significa afirmar que la escuela deba organizarse como quieren los alumnos: significa que no tiene sentido pensar, administrar, organizar la escuela prescindiendo de lo que piensan los alumnos”.

 Nuestra labor como organización de sociedad civil defensora del derecho a aprender no está completa si no les escuchamos, si no trabajamos con ellos, con ellas para que ninguno se quede fuera, para que sus voces sean escuchadas y sus visiones se incorporen en las decisiones de política pública; sólo cuando eso suceda, nuestra misión estará completa. 

POR LAURA RAMÍREZ
DIRECTORA DE ACTIVACIÓN EN MEXICANOS PRIMERO
@LAURAMI0316

PAL

 

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