TRES EN RAYA

Con Durazo no hay distracciones

Más de dos años para las elecciones del 24, pero pareciera que muchos políticos —si no es que todos—

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Más de dos años para las elecciones del 24, pero pareciera que muchos políticos —si no es que todos— se la pasan haciendo cábalas. Ello sorprende habiendo en México tantas otras cosas que apremian en el escenario nacional.

Algunos suspiran por llegar a ‘la grande’ y se les nota; otros tan solo apoyan a alguno o alguna contendiente (en el caso de Morena, deseando que sea el candidato o candidata que el presidente tenga en mente). Otros más esperan, deseosos de que antiguos aliados políticos movilicen a sus huestes en un sentido u otro.

Entre los posibles pre candidatos de ‘la oposición’ que no ha levantado la mano, pero que grupos sobran que lo postulan, está Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey. Él es integrante de Movimiento Ciudadano, heredero natural de ciertas esperanzas y, ahora, motivo por el cual algunos tratarán de utilizar el pasado del joven político, y el presente de muchos protagonistas de la política, para azuzar odios, crear animadversiones y buscar escisiones entre unos y otros.

Vamos al punto. Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, fue amigo de Luis Donaldo Colosio padre, trabajó con él y mantiene una buena relación con la familia del hoy occiso, su hijo incluido. Esa no es razón para que se diga, se presuma o se teorice sobre una supuesta inclinación y acercamiento del gobernador con Colosio Riojas y lo que podría ser o no ser el futuro proyecto político del alcalde. Durazo Montaño está dedicando todo su tiempo al gobierno de Sonora y está comprometido un cien por ciento con el proyecto de transformación de López Obrador.

¿Lealtades hacia el presidente? Todas, no está a discusión. ¿Amistades? Sí, tanto con Luis Donaldo como con Andrés Manuel. ¿Distracciones? Ninguna; Durazo no tiene tiempo y tampoco le interesan —al menos por ahora— ni las grillas ni los movimientos para insertarse en el juego de los apoyos hacia el 2024. Esos ruidos incluso le estorbarían; Durazo ni debe ni quiere distraer su atención de la gestión de la administración local sonorense.

Para quienes barruntan —con el fin de generar desconfianzas de parte del titular del Ejecutivo federal hacia su ex secretario de Seguridad Pública— sobre las supuestas o posibles alianzas que tejería o las traiciones en las que incurriría Alfonzo Durazo, se les puede decir que esas no existen ni existirán.

Sabemos que a algunos aspirantes —y me refiero en este caso a aquellos entre los morenistas—, que temen al final de cuentas no contar con el apoyo decisivo del presidente AMLO, se les queman las habas por tener más seguridad por cuanto a su futuro y hacerse ver como candidatos con fuerza y los únicos leales al presidente AMLO. Pero recurrir para ello a intentar sembrar cizaña entre el mandatario y su ex subordinado, ahora gobernador de Sonora, es por demás burdo.

Hay gente que en verdad lo que intenta hacer es gobernar, sin las grillas sucesorias que nada más infestan el ambiente. Alfonso Durazo es uno de ellos.

Bastante tiene con gobernar uno de los estados más grandes de la Federación y con atender muchos problemas que ya conocemos. El ejecutivo local no tiene tiempo para dedicarse a diplomacias políticas o a grillas electorales, y jamás se inmiscuirá en cabildear afectando la unidad de Morena.

Sin tiempo para distractores, Durazo está dedicado a trabajar en pro de Sonora.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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