DESDE AFUERA

Liberar al kraken

Lo más probable es que el trumpismo siga como la corriente dominante en los republicanos y sólo falta definir cuál de sus componentes será el más fuerte

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En política, se usa con frecuencia el símil del "pulpo" para describir cómo un grupo se apodera de partes del Estado o del aparato para sus propios fines de dominación.

Según la leyenda, el kraken es un gigantesco pulpo, o calamar, capaz de arrastrar embarcaciones completas al fondo del mar.

En la actual realidad estadounidense, "liberar al kraken" se refiere a la posibilidad de una rebelión de derecha sobre la base de revelaciones en torno a fraudes en las elecciones de noviembre de 2020. Pero puede tener otro significado.

A 17 meses de los comicios que ganó el demócrata Joe Biden, y 15 meses después de que una turba de seguidores del expresidente Donad Trump se apoderaran del edificio del Capitolio en Washington, el 6 de enero de 2021, las evidencias son de que el kraken tiene problemas.

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De entrada, porque el controversial Trump continúa en la jefatura real del Partido Republicano, aunque con crecientes señales de que un "trumpismo sin Trump" parece cobrar vida debido, en gran medida, a su estilo de liderazgo.

Por un lado, pese a lo mucho que se habla, no hay pruebas de que haya habido un fraude y sí de que el expresidente Trump y sus allegados buscaron la complicidad de funcionarios republicanos para detener o cambiar la votación, y luego, para tratar de evitar que el Congreso certificara los resultados.

Para su mérito, la mayoría de los republicanos declinó hacer el favor.

También es cierto que los errores y excesos personales de Trump han ayudado a sus adversarios o a sus competidores en ese partido, sobre todo, en la cauda de revelaciones que comienzan a surgir de las investigaciones de una comisión especial legislativa y un Gran Jurado.

Las indagaciones han puesto bajo los reflectores a una serie de personajes ligados a Trump y que se unieron a sus esfuerzos por lograr el desconocimiento de los resultados electorales.

De hecho, según el juez federal David Carter, Trump y uno de sus abogados, John Eastman, "probablemente" cometieron delitos en su esfuerzo por anular la certificación de los votos.

De acuerdo con las investigaciones, tanto Trump como algunos de sus aliados promovieron activamente la insurrección, pero también acciones presuntamente político-legales.

Las insistencias de Trump en la ilegalidad de la elección y la evidencia de posibles delitos han dado municiones a grupos o personajes que pueden agruparse en dos bloques, los que buscan el liderazgo conservador, pero compiten por su liderazgo con el propio magnate, y aquellos –los menos al parecer– que se oponen a sus propuestas.

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De hecho, la posibilidad de que Trump sea exhibido como mentiroso o como promotor de lo que hubiera sido técnicamente un golpe de Estado, mueve a críticos y opositores.

Pero de creer a varios analistas, lo más probable es que el trumpismo continúe como la corriente dominante entre los republicanos y sólo falta por definir cuál de sus componentes será el más fuerte.

En otras palabras, cuál será el brazo fuerte del kraken. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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