COLUMNA INVITADA

La importancia de los partidos políticos en la democracia

Prácticamente en todo el mundo y de manera indiscutible, el vehículo por excelencia para acceder al poder de manera democrática

OPINIÓN

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Martha Gutiérrez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Prácticamente en todo el mundo y de manera indiscutible, el vehículo por excelencia para acceder al poder de manera democrática son los partidos políticos. Sin embargo, Vladimir Putin utilizó la vía independiente para llegar al poder en Rusia. Antes entre 1991 y 1999 ya lo había hecho Boris Yeltsin. En Noruega y Suiza, a nivel local está arraigada la tradición de candidatos independientes que en promedio no bajan de 30-33% de representación en las urnas.

Desde el movimiento intelectual conocido como la Ilustración, Voltaire, Montesquieu y Rousseau convencieron a Francia y Estados Unidos de América a retomar el concepto de democracia e incorporarlo en sus sistemas. A partir de ahí la reforma que establece los Derechos del Hombre y del Ciudadano y la Constitución de 1789, fueron definitorias para establecer el método de democracia representativa que dio origen a los partidos políticos.

En México, la historia desde la ley de 1911, hasta el día de hoy ha versado sobre el uso del derecho electoral como mecanismo de institucionalización para garantizar el acceso al poder y pacificar la transición del mismo. Los años 2000 y 2018 son claros ejemplos de ello. Sin embargo, es claro que la sociedad en general se ha quedado fuera de esos procesos, dejando toda la responsabilidad de la democracia en los partidos políticos, y por tanto a las élites gobernantes en el país. La exigencia de pesos y contrapesos, división de poderes, reconocimiento de derechos humanos, derechos de minorías, entre otros, son exigidos por estas instituciones en los distintos espacios de poder, y no por la sociedad en si misma.

Pero después de muchos años llegó el punto en que los partidos políticos, sobretodo sus dirigentes, perdieron el rumbo y se olvidaron del interés común y de defender el espíritu de la nación y sus causas, para convertir todo en un interés particular y de negocios personales. Así lo revela un reciente estudio publicado por Latinobarómetro.

Ya anteriormente he señalado como PAN, PRD, PRI y en general todos los partidos políticos han dejado de representar a la población para representar sus propios intereses con la repartición de candidaturas a amigos, familiares e incondicionales de la cúpula, complicidad basada en dinero, afectos personales, y en esa sociedad económica-inmobiliaria que les mantiene una serie de privilegios.

Precisamente por ello, la sociedad mexicana harta de esta situación decidió buscar en 2018, rutas alternativas depositando en un personaje y su movimiento la esperanza de que las cosas fueran mejor. Sin embargo, ésta hoy ya se empieza a desvanecer, sobretodo en la capital del país, ya que ha quedado evidenciado que la situación en Morena y su dirigencia no solo no fue distinta, sino que resultaron peor que todos.

El 8 y 9 de marzo de 2020, el movimiento feminista del #8M demostró una gran y trascendental capacidad de organización y movilización cuando miles y miles de mujeres en todo el país salieron a las calles exigiendo, seguridad, justicia, un alto a la impunidad y al desdén del gobierno ante el incremento de violencia, inseguridad, desapariciones, violaciones, feminicidios, entre otros delitos que se cometen diariamente en contra de niñas y mujeres en este país.

Esto demostró un antes y un después de aquel 8 y 9 de marzo. Sin embargo aún cuando este movimiento demostró contar con una mayor capacidad de movilización y representación social que la de los partidos políticos, en términos de democracia representativa este movimiento se encuentra aún muy limitado, por las propias dirigencias de los partidos políticos, quienes utilizan la equidad de género en los espacios de decisión y representación de acuerdo a su interés personal o de grupo.

Por otra parte en el ánimo de resolver toda esta descomposición política se comienza ahora a fortalecer un movimiento contrario financiado por empresarios que están sometiendo a los partidos políticos. Pero este modelo resulta sumamente peligroso para el país, ya que va profundizando todavía más el desconocimiento de la historia y el camino recorrido por los mexicanos durante más de cien años, es decir, el origen y la razón de ser de los procesos electorales institucionalizados y los partidos políticos como vía de democratización y organización de la población.

Por eso, la exigencia debe ser hacia todas y cada una de las dirigencias de todos y cada uno de los partidos políticos, a que comprendan nuestra historia y el modelo normativo de país, como requisito indispensable. Qué comprendan, que la democracia realmente está en riesgo a causa las desviaciones que ya se observan en el ejercicio del poder, y no me refiero a las acciones, ni a la desatinada y absurda toma de decisiones del actual Presidente de la República. Me refiero al uso y abuso de procesos no institucionales por todos los actores.

Sobretodo a que la población en general se involucre más en una democracia y participación cívica real, que al final de cuentas será la verdadera frontera para los excesos, abusos y desencuentros que observamos hoy en día.

En Rusia ante un hombre que llegó para perpetuarse en el poder es obvio que los ciudadanos extrañan a los partidos políticos. Eso, debe ser un ejemplo de lo que pudiera ocurrir en México.

Y no es pregunta.

POR MARTHA GUTIÉRREZ
ANALISTA EN COMUNICACIÓN POLÍTICA
@MARTHAGTZ

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