LÍNEA DIRECTA

Guerra histórica

Cuando Putin se refiere al origen de Ucrania, en el marco de la historia del Imperio Ruso, pretende recrear un pasado que dejó de ser hace 100 años

OPINIÓN

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Ezra Shabot / Línea Directa / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las naciones construyen su historia a través de mitos y realidades que conforman su identidad a lo largo del tiempo. Así aparecen los héroes y los traidores, los aliados y los enemigos que con el correr del tiempo se modifican a partir de alianzas y rupturas. Durante largo tiempo la mexicanidad fue definida entre otros elementos por su antinorteamericanismo. Los gringos que nos invadieron y quitaron la mitad del territorio nacional eran parte de la negatividad en la conformación del ser mexicano.

         Pero esa difícil relación se fue matizando, y de los “vecinos distantes” pasamos a los socios comerciales y aportadores a la cultura de los Estados Unidos a través de millones de mexicanos que al encontrar trabajo allá, se convirtieron además en el sustento de otros tantos de este lado del Río Bravo. Por eso es que el reclamo por Texas, Arizona, Nuevo México y California, es un tema la historia superada y no de la definición del presente o futuro de ambos países.

         Cuando Putin se refiere al origen de Ucrania en el marco de la historia del Imperio Ruso, lo único que hace es pretender recrear un pasado que dejó de existir hace más de cien años y que dio paso al surgimiento de Estados nacionales con identidad propia y voluntad de poseer un gobierno ajeno a la potencia que alguna vez los dominó.

         Con la desaparición de la Unión Soviética, Ucrania entregó su arsenal nuclear a cambio de su reconocimiento pleno como Estado independiente dentro de las fronteras establecidas. Todo reclamo posterior debería, en todo caso, llevarse a cabo a través de canales internacionales. Pero en la mente de Putin, ni el tema legal, mi mucho menos la posibilidad de una negociación existieron en algún momento.

         En 2014, tras el derrocamiento de su proxy Víctor Yanukovich, y el estallido de la Revolución Naranja, el dictador ruso llegó a la conclusión que la anexión de Ucrania era cuestión de tiempo. Primero las zonas de población étnica rusa como Crimea, Donestsk y Luhansk, y tras una guerra de desgaste de ocho años, Putin lanza la ofensiva final para acabar con el régimen europeísta, e intentar convertir a Ucrania en una parte más de su nuevo Imperio Ruso.

      La locura de un megalómano como Putin, convertida en la narrativa que puede llevar a una guerra nuclear, o al menos a la muerte de miles de personas cuyo único error es querer vivir con los estándares europeos en todos los niveles, es producto de esa necedad por recrear un supuesto pasado glorioso que supone siempre la opresión de un pueblo sobre otro y la destrucción de la pluralidad y la democracia.

POR EZRA SHABOT
EZSHABOT@YAHOO.COM.MX
@EZSHABOT

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