ARTE Y CONTEXTO

El proceso de creación o Eros y Tánatos pegados a la piel

Una de las cosas que más disfruto de los artistas es su proceso de creación

OPINIÓN

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Julen Ladrón de Guevara / Arte y Contexto / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Una de las cosas que más disfruto de los artistas es su proceso de creación. La adrenalina que emana de los distintos momentos en que se está gestando una pieza de arte es fabulosa y con el tiempo se convierte en una adicción incurable, progresiva, a veces también mortal. Desde la primera idea o justificación para emprender el camino que nos lleva a su concepción, hasta verlas expuestas en su escenario natural, las pinturas, las piezas musicales, las puestas en escena, la poesía y todo lo que engloba al universo de la creación, hacen que la vida tenga un matiz diferente y que muchas cosas cobren sentido, aunque parezcan superfluas para los demás.

En lo particular si algo me emociona de verdad, me embarga una especie de tristeza repentina el no haber disfrutado de toda la fiesta que ofrece el camino entero que llevó al artista hasta ese punto. En consecuencia también siento que todo el mundo debería experimentar esas mieles alguna vez en la vida y que por eso el arte no se percibe tan cercano de manera común, así que la excitación por la belleza también provoca una suerte de soledad que nos recuerda la presencia de la muerte. Eros y Tánatos están presentes en lo más hermoso de la vida y a veces permitimos que nos posea sólo uno por completo, por eso hay que aprender a compensar. 

El proceso creativo de las cosas que escribo o que concibo son angustiosas para mí, pero me llena de energía provocar conceptos y proyectos con músicos o artistas visuales. Lo que más amo es hacer sinergia con personas que no sabían que pueden ser cómplices de cosas geniales, como los dueños de parcelas de flores en Xochimilco o de marcas de vino tinto, gente que produce harina con las que se hacen tamales con recetas de al menos 150 años de antigüedad en la misma familia, con productores de quesos añejos que pueden ser cómplices de una carpeta de gráfica de bodegones (que no son anacrónicos) y demás cosas así. En fin, provocar la interrelación entre cualquiera de nosotros y los artistas me llena de emoción. 

Lo que sucede con el arte y con cualquiera de nosotros es que somos entes de creación aunque no lo sepamos, porque de manera natural tenemos sueños que pensamos irreales pero que deseamos cristalizar. Eso es lo bueno. Lo malo es que si somos capaces de generar esas semillas en lo más profundo de nuestro corazón pero no las procuramos, permanecen muertas para siempre, anidadas en nuestro corazón y eso duele. Por tanto debemos saber que en cada uno de nosotros hay un artista que necesita de la creación para sobrevivir, que debemos hacer caso a nuestras palpitaciones vitales para no secarnos como florecitas sin agua. 

En el contexto del arte el proceso de la creación es fundamental; su camino, sus porqués y sobre todo, la razón por la cual existe, que es la misma por la que cada uno de nosotros existimos también. Por eso el arte nos pertenece y emanamos todos de él, pero debemos saberlo para disfrutarlo y no morir de pena sin saber que tal vez, lo único que nos hace falta es formar parte de ese universo creativo, que además de aportar belleza nos provee de energía vital

POR JULÉN LADRÓN DE GUEVARA
CICLORAMA@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@JULENLDG

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