Lo que terminó de exhibir el autoritarismo de Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, fue el desafío a la Suprema Corte de Justicia de la Nación luego de que los ministros invalidaron el delito de ultrajes a la autoridad en el estado y cientos de presos deberían ser liberados.
Consumido por las emociones reaccionarias a la decisión del máximo tribunal de justicia del país y en un plan irracional, García, de forma iracunda, retó a la justicia nacional al señalar, palabras más palabras menos, que cambiaría el nombre para que su plan de encarcelamiento siguiera vigente mediante una nueva propuesta de reforma que enviaría al Congreso local.
La actitud fajadora del gobernador terminó por reventar al inquilino de Palacio Nacional, quien venía haciendo un esfuerzo desde hace meses por arropar el injustificado papel que ha asumido Cuitláhuac García frente a los derechos humanos de sus gobernados.
Ayer sonaron como un jalón de orejas las palabras de López Obrador en la conferencia mañanera de este miércoles.
El gobernador Cuitláhuac asegura que se buscará una iniciativa y modificar el nombre de delito de ultraje. ¿Es una burla?
Pues, la verdad, hay que poner por encima siempre las libertades y el respeto a la autoridad se gana. Cuando no se respeta a una autoridad, se le insulta, se cometen excesos, el que lo hace se descalifica, ya en nuestro tiempo. Yo por eso no contesto insultos constantes, imagínense que yo esté denunciando por ultrajes a la autoridad.
Fue lo que dijo López Obrador en público; sin embargo, las llamadas telefónicas de Palacio Nacional no se hicieron esperar para buscar comunicación con García y hacerle ver que el presidente estaba enojado sobre todo por la afrenta a la Suprema Corte y porque en estos momentos lo que menos le conviene al mandatario nacional es abrir nuevos frentes contra la sociedad civil.
Por eso no tardó en salir el gobernador para recular y echarse para atrás. Bastó un jalón de orejas del mandamás en Morena para ponerlo quieto. No cabe duda que los gobernadores de Morena como en el viejo PRI se pasan de vivos hasta que el número 1 lo permite.
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Uppercut: Cuando eran oposición se quejaban de las licitaciones por adjudicación directa que se entregaban a los cuates del peñismo, pero nomás llegaron al gobierno y se puso peor debido a que ocho de cada 10 contratos se otorgan mediante la vía directa, sin competencia de por medio. Para limitar ese proceso en los contratos, Héctor Saúl Téllez, diputado federal del PAN, presentará una iniciativa que establece que debe prevalecer la licitación pública y propone limitar a un 20 por ciento la asignación de contratos por adjudicación directa. ¿Será que los diputados morenistas y aliados permitirán que se barra la escalera de arriba hacia abajo o se van a morder la lengua?
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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