Claraboya

Sin miedo al ridículo

En días recientes destacó la publicación de un comunicado desde la Presidencia de la República

Sin miedo al ridículo
Azul Etcheverry / Claraboya / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

En días recientes destacó la publicación de un comunicado desde la Presidencia de la República, como respuesta a la resolución emitida por el Parlamento Europeo, en la que la mayoría de los diputados coincidieron en condenar la situación de inseguridad e impunidad que viven quienes practican el periodismo en nuestro país, destacando el dato abrumador de que vivimos en el lugar en donde más homicidios se detectan en contra de este gremio fuera de una zona de guerra.

En ese sentido, señalaron su preocupación sobre la precaria situación actual al señalar que alrededor de 47 de estos homicidios han ocurrido desde que comenzó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y que 2022 está registrando cifras históricas, exhortando al gobierno a proteger a los comunicadores y defensores de los derechos humanos.

Al respecto, el presidente reconoció públicamente la elaboración de un texto lamentando que los diputados europeos se sumen como “borregos” a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a su cuarta transformación. De igual forma y tras haber dudado de la veracidad del texto por su pobre elaboración, personajes afines al movimiento encabezado por el presidente rectificaron su postura de apoyo al presidente, en un contexto donde la forma es igual de relevante que el fondo.

Más allá de coincidir o no con el contenido del boletín o encontrarle críticas hacia rutas paralelas en otros temas como la reforma energética, es importante señalar que entre México y la Unión Europea existen diversos acuerdos y mecanismos de colaboración, entre los cuales hay unos donde se establece el respeto a los derechos humanos como el hilo conductor a partir del cual los miembros trazan sus vínculos como una de las áreas prioritarias del bloque.

Sobre el particular, vale la pena destacar que se trata de prácticas comunes y que no es la primera vez que este parlamento realiza observaciones relacionadas con México. En el pasado hicieron referencia a sucesos ocurridos durante otras administraciones federales recientes en las cuales el hoy presidente no se indignó por el “injerencismo” en las resoluciones europeas respecto a los asuntos internos del país que, dicho sea de paso, se nutre con información publicada por el mismo gobierno de México.

Ejemplos como este, nos siguen demostrando día con día como la retórica prosaica e injuriante a la que los detractores o críticos del actuar gubernamental son sujetos a diario desde los espacios de poder en Palacio Nacional, se quiera reconocer o no, atentan sobre las condiciones en las que se ejerce el periodismo en México, y en la forma en la que se abordan cualquiera de los muchos temas que no son prioritarios o son incapaces de resolver en los diferentes niveles gubernamentales.

Mención aparte merece la actitud ausente adquirida por la cancillería, la cual ha cedido su tradición protocolar y diplomática, la cual debiera prevalecer incluso al tratar los temas más álgidos, por algunas posturas políticas prosaicas que opacan los buenos resultados obtenidos en estos tres años, ni representan los objetivos bajo los cuales esa institución debe priorizar los intereses superiores de la nación.

Veo con creciente preocupación una correlación entre la escalada de violencia en el país y una visión política cada vez más recrudecida desde los focos del poder político en el país. Ya no se trata de ocurrencias, “borregadas” o improvisación como una forma de expresión, sino como el resultado de la tragedia que vemos cada vez más presente. 

POR AZUL ETCHEVERRY
AETCHEVERRYARANDA@GMAIL.COM 

@AZULETCHEVERRY

MAAZ

 

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