COLUMNA INVITADA

¿Se ha perdido el sentido común?

Quisiera comenzar esto con una pregunta: ¿qué harías si tuvieras enfrente al político a quien más has criticado?

OPINIÓN

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Ignacio Anaya Minjarez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Quisiera comenzar esto con una pregunta: ¿qué harías si tuvieras enfrente  al político a quien más has criticado? No me refiero a verlo o verla pasar al lado de la calle, sino que tuvieras la oportunidad de confrontarlo directamente, de cuestionarlo, de hacerle una pregunta, la que tanto tiempo te habías guardado para dicho sujeto. Muchos no lo pensarían dos veces antes de insultar a la persona, me parece que esa sería la primera reacción de bastantes. Otros, más críticos, se pondrían a debatir con ellos sobre las políticas públicas y su mala gestión.

Las posibilidades son infinitas. Pero eso no ocurre, pues, ese denominado pueblo solo existe cuando es de utilidad, ya sea electoral o como retórica del poder popular. Y ni se diga sobre esas supuestas consultas, que nada más sirven para generar la ilusión de participar en algo importante.

Creo, y es en mi opinión, que la pregunta clave es: ¿dónde está tu sentido común?, ¿dónde está cuando la cifra de periodistas asesinados aumenta mientras pasa el tiempo?, ¿dónde está en los asesinatos que sufre la población día con día?, ¿dónde está al momento de pedir justicia contra el feminicidio en uno de los países con la cifra más alta?, ¿dónde está en los bosques y ecosistemas que están siendo destruidos por seguir apostando a la industrialización del pasado, sin la más mínima conciencia del daño que se está provocando?, ¿dónde está en la carencia de medicamentos para los niños con cáncer?, ¿dónde está en una supuesta oposición que únicamente logra ridiculizarse más?, ¿dónde está en el apoyo a la ciencia?, ¿dónde está en las exigencias más básicas de justicia?

Me acabaría el límite de caracteres permitidos para escribir este texto si continuara con las preguntas, ya que, bien sabemos que son muchas más. No están dedicadas a un solo partido o un grupo en el poder, sino a todo servidor público que, se supone, está para servir a la gente. Ese es el principio básico de toda democracia y gobierno justo, no se necesita pensarlo a fondo.

Con todo respeto a la profesión del payaso, está claro que no lidiamos con ellos en la política mexicana. Nuestros gobernantes son personas de estudios y que tuvieron, en la mayoría de los casos, una educación privilegiada. Se formaron en diversas carreras y profesiones, supuestamente aptas para dirigir a la ciudadanía. Los hechos no podrían estar más alejados de la realidad, y podría citar a algún político destacado según los cánones de la historia con alguna frase inspiradora, pero de eso ya se encargan quienes nos gobiernan.

Entonces, retomando la pregunta, ¿qué le pasó al sentido común de nuestros gobernantes? Muchas respuestas para una cuestión tan, al parecer, simple. Sin embargo, en un país que no haya consuelo hasta la simpleza se convierte en lo más difícil de encontrar.

POR IGNACIO ANAYA
@IgnacioAnay

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