COLUMNA INVITADA

En los mares de la educación

Aunque se han diseñado protocolos para prevenir contagios en planteles educativos hay otro grave problema por atender: la obesidad infantil

OPINIÓN

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Antonio Argüelles / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En el regreso a clases presenciales, la salud de la comunidad educativa ha ocupado un papel preponderante. De la mano de las autoridades, en las escuelas se han diseñado protocolos y puesto en marcha medidas de todo tipo para evitar la propagación del virus. Sin embargo, los esfuerzos se han centrado en la prevención de contagios, sin tomar en cuenta otro grave problema de salud que, desde hace varios lustros, afecta a miles de niños y adolescentes en el país: la obesidad infantil. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población de 5 a 11 años es de 35.6 por ciento; en la de 12 a 19 años, el porcentaje sube a 38.4 por ciento. Estos padecimientos aumentan el riesgo de contraer ciertas enfermedades no transmisibles (ENT) —como diabetes, afecciones cardiovasculares y algunos cánceres—, que, a su vez, ocupan los primeros lugares como causas de muerte general.

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En el corto plazo, los niños con obesidad y otras ENT tienen mayor riesgo de enfermarse gravemente de COVID-19. A las consecuencias individuales hay que sumar la carga económica para el sistema de Salud. 

El Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) estima que tan sólo los costos atribuibles a la obesidad por diabetes equivalen a 73 y 87 por ciento del gasto programable en salud (2012). 

La obesidad y las ENT asociadas a ella son un problema multifactorial. La alimentación es clave, pero otro de los factores de riesgo principales es la inactividad física. Los resultados de la Ensanut 2018 indican que 84.6 por ciento de los menores de entre 10 y 14 años no cumplió con los criterios mínimos que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ser considerados como físicamente activos. 

Ante el confinamiento, en Siete Mares Consultores anticipamos que los comportamientos sedentarios —como estar sentados frente a una pantalla— aumentarían. Por ello, junto con tres gobiernos estatales, pusimos a disposición del público una serie de videos para que los niños se pudieran activar físicamente. El interés fue enorme (registramos más de 600 mil vistas), pero, en última instancia, nuestros temores se confirmaron: el Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico (Mopradef) 2021 del INEGI registró el segundo porcentaje más bajo de personas que se activan físicamente desde que se empezó a aplicar el instrumento en 2013. 

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La coyuntura actual presenta la oportunidad de reconocer, finalmente, que las escuelas no son sólo centros de aprendizaje, sino también espacios en donde se debe promover y preservar el bienestar y la salud de la población infantil. Nuestro programa Alfabetización Motriz en la Escuela (o ABC Motriz), cuyo objetivo es crear un ambiente escolar activo que dé a los niños la oportunidad de desarrollar su condición física y habilidades motrices básicas, es un ejemplo de lo que se podría hacer si diésemos a la salud integral de las nuevas generaciones la misma importancia que hemos dado a la prevención de contagios de COVID-19. En los mares de la educación, activarse físicamente es indispensable para llegar con bien a la orilla.

POR ANTONIO ARGÜELLES
COLABORADOR
@MEXICANO_ACTIVO

PAL

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