DISCULPE LAS MOLESTIAS

Ya nos vimos

A dos meses de celebrarse la consulta de Revocación de Mandato, se promueve de manera activa que no tenga la menor resonancia

OPINIÓN

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Azul Alzaga / Disculpe las Molestias / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Todos los días hay un nuevo testimonio de que no somos los mismos que hace sólo tres años. El país no es el mismo y su gente tampoco. Hay por supuesto quienes sí son los mismos, o quieren serlo y necesitan, por tanto, que se mantengan ciertas condiciones que garanticen su capacidad de seguir existiendo de la misma manera. Y no pueden creer que no pueden hacerlo, y cada día estallan en un nuevo berrinche que exhibe su sorpresa sobre el hecho de que el país, no es el mismo.

Uno de los mayores cambios que se han dado en este tiempo es el de la democratización, como gran paraguas en lo que podemos entender de un país que se perfila diferente. Una democratización que se ha dado en distintas dimensiones, pero que en esencia apunta a lo mismo: entender la participación de la gente en la toma de decisiones y en sus beneficios, como un derecho.

 Es entonces la democratización de la información, de recursos hacia sectores amplios de la población y de una toma de decisiones que rebasa el sistema de partidos y la lógica electoral. 
Esta última nos permitirá que, por ejemplo, desde este año, contemos con el poder de decidir si un gobernante se queda o se va a mitad de su mandato.

Cuando se mira el conjunto de cambios, es enorme el carácter que en los últimos años ha adquirido el concepto de democracia en el país. Sobre todo lo es en función de lo que resulta el mayor de esos cambios: ya nos vimos ahí, como diría el que se ganaba la lotería en un comercial publicitario.

Los tiempos que vivimos son unos en los que querer contener el proceso de apropiación de las personas hacia lo que ya han concebido como un derecho, es una batalla estéril. No es que falten ganas: a dos meses de celebrarse la consulta de revocación de mandato, se promueve de manera activa que no tenga la menor resonancia, ya a través de una pregunta enredada e ininteligible, ya entrampándose en discusiones sobre el costo de la consulta, con el ánimo de que se piense que es, como escribió en un tuit Pablo Gómez, “un capricho caro”, o bien determinando que los partidos “no pueden promover la consulta” y que el INE, que se ha comportado como su principal oponente, es el único con esta facultad.

Todo lo que sea hacerle vacío a la comprensión de este ejercicio y desestimarlo públicamente para desanimar la participación ciudadana, se está haciendo. Pero como con otros temas, se ha comprendido poco que las cosas han cambiado.

Una participación masiva en la concentración de firmas para que el ejercicio se realice, dio muestra de ello, y ahora habremos de ver el testimonio de una población que ya se dio cuenta que es protagonista. No cabe la menor duda de que hay para quienes esta forma de hacer y vivir la democracia es muy molesta. Pero ya está en marcha.

POR AZUL ALZAGA
PERIODISTA
@AZULALZAGA

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