Smile Train, organización en el tratamiento del labio y paladar hendido (LPH), que lleva Alejandro González, en conjunto con el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington, publicaron su primer informe mundial titulado: Una generación perdida: el efecto devastador de la desnutrición en los niños con LPH.
Los datos recaudados de 2000 hasta 2020, revelaron que alrededor de 46 mil niños con LPH menores de cinco años perdieron la vida por causas vinculadas a la desnutrición.
Esto se traduce en 46 mil personas que nunca pudieron sonreír, ir a la escuela, jugar con amigos o formar sus propias familias, pero que podrían haberlo hecho si hubiesen accedido a un tratamiento nutricional o a una intervención quirúrgica a tiempo.
La desnutrición en niños y niñas con LPH se debe a la dificultad para alimentarse, debido a la hendidura con la que nacen. Es por ello que, la clave para poner fin a las muertes relacionadas con la desnutrición en niños con LPH a nivel mundial, comienza con intervenciones tempranas, tratamientos y políticas que apoyen a los niños y a sus familias mientras se construyen sistemas de salud más sostenibles y resilientes. Smile Train brinda estos apoyos gratuitos, los cuales han ayudado a más de 1.5 millones de niños y niñas desde su fundación en 1999, compromiso que reforzó en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
EL ENORME RETO DE SALUD
La salud de los mexicanos pasa inevitablemente por las condiciones en las que opera una de las grandes instituciones que el Estado mexicano se ha dado, me refiero al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y para conocer de primera mano cómo se encuentra, en El Heraldo de México, platicamos con su director general Zoé Robledo, destacándonos los avances del programa IMSS-Bienestar, señalando que son 13 entidades federativas las que se encuentran bajo este nuevo programa, brindando servicios médicos de primer y segundo nivel a derechohabientes y personas en general. Otro de los retos en los que el IMSS avanzó lo encontramos en las recetas médicas surtidas, el año cerrará con un promedio de 97 por ciento, gran logro en momentos en donde la falta de medicamentos era la historia cotidiana para el sistema de salud pública. Dentro de las finanzas del instituto también existen avances, y es que a pesar de los difíciles momentos económicos estarán concluyendo 2022 con un superávit en su presupuesto programado con reservas técnicas superiores a 400 mil millones de pesos lo que da oxígeno para cumplir compromisos con pensionados y jubilados, además de empleados de todos los niveles. La actual condición económica le brinda viabilidad financiera para los siguientes 14 años.
POR JAIME NÚÑEZ
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