Una de las cosas que la pandemia por Covid-19 puso en evidencia, al menos en la capital, es el deterioro que animales de diversas especies en resguardo de los zoológicos a cargo de la Secretaría del Medio Ambiente han padecido, lo que incluso ha derivado en enfermedades que los ha llevado a la muerte.
Mientras las instalaciones del Zoológico de Chapultepec se encontraban cerradas al público por la pandemia en 2020, asociaciones protectoras y vecinos, cuestionaban si esos ejemplares estaban atendidos adecuadamente y de acuerdo a sus necesidades.
SEDEMA tiene a su cargo además del Zoológico de Chapultepec, otras dos instalaciones en las que se han recreado hábitats para alojar diversas especies; sin embargo, antes de la pandemia había una serie de denuncias por descuido de los ejemplares, o bien, porque no había claridad en el inventario de los animales.
Además de esas denuncias, la duda crecía ante la reducción del presupuesto de SEDEMA para el 2020, en comparación con años
anteriores; pero se agravó la situación por el ajuste presupuestal y el recorte que hizo la Jefa de Gobierno a causa de la pandemia; lo que sin duda alguna, pondría en riesgo el cuidado y alimentación adecuados para los animales en las tres instalaciones; pues además, se reportaba que no había personal suficiente para su atención.
En el septiembre de ese año, a pesar de estar cerrado al público, solicité una visita a las instalaciones del Zoológico de Chapultepec, donde pude observar diversas áreas en obra y una serie de cosas que generaron más dudas que respuestas.
Se anunciaba para esa fecha que tan sólo en el 2020 habían fallecido 184 animales, es decir 37 por mes en los tres zoológico; y a pesar de eso, la Jefatura de Gobierno decía que no había desatención de las especies en su resguardo.
En vísperas de la comparecencia de SEDEMA por la glosa del entonces 2o informe, hice una serie de preguntas que además envié por escrito a través del oficio 228/2020. Tiempo después, la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre dio respuesta señalando que la vocación de esos lugares era el cuidado y preservación de las especies.
Sin embargo, el número de decesos y ejemplares enfermos continúa creciendo a dos años de esa visita, por lo que surgen nuevamente dudas; y peor aún, cuando a esa fecha quedaron pendientes de entregar los listados de proveedores de alimentos y medicamentos de los años 2018 a 2020, el número de contratos, los montos de los mismos, así como los procesos de contratación.
No es sorpresa entonces que para el año 2021 fueron un total de 386 animales fallecidos en los 3 zoológicos, e incluso por poco menos de la mitad de esos decesos se ha cobrado seguro de vida, lo que genera invariablemente una pregunta: ¿y ese recurso?
Lamentablemente eso no es todo, aún está pendiente el proyecto “Anfibium” que tendría originalmente tendría en diciembre pasado el museo del ajolote -aún sin terminar- en el espacio que la administración de Marcelo Ebrard destinó para el santuario del elefante.
Replicando el ejemplo Federal, desde la Jefatura de Gobierno se apuesta por proyectos que absorben el presupuesto, y que ”nos ponen a la vanguardia”, pretendiendo aplicar el dicho: ¡Donde comen 2, comen 3!. Ojalá que terminados esos proyectos, se invierta y ponga atención a los temas que más se han olvidado en materia de medio ambiente, donde para muestra tenemos una Palma o un Ahuehuete.
Esperamos que la electromovilidad por la que se apuesta resulte a largo plazo de baja huella ecológica y salve a las especies que hoy se encuentran en resguardo de SEDEMA; pues actualmente, a 2 años del aniversario y conmemoración por los 100 años del zoológico de Chapultepec; el panorama no es nada alentador.
POR GABY SALIDO
Diputada local en la Ciudad de México / Presidenta de la Comisión de Uso y Aprovechamiento del Espacio Público del Congresos de la CDMX
Twitter: @gabysahttps://gabysalido.mx/
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