El pasado martes, se realizó la comparecencia del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en el Senado de la República, en la que estuvo acompañado por los subsecretarios, Alejandro Encinas y César Yáñez.
Las críticas no se hicieron esperar de los opositores durante su presentación. El tema central de la comparecencia fue la seguridad. Parece que no se ha entendido la estrategia del actual gobierno, y se ha querido caricaturizar o tergiversar lo dicho por el Presidente, con la frase de abrazos, no balazos. Esto se debe entender como un mensaje político, mismo que no puede reducirse a la descripción de lo que realiza la estrategia en su conjunto, que es más amplia que eso. El ideal del mandatario federal es construir una sociedad fraterna en la que se presente una reducción paulatina de la violencia. Este es el ABC de la estrategia de abrazos, no balazos, del presidente López Obrador pasa por tres aspectos: la consolidación de la Guardia Nacional como cuerpo de seguridad constituido y con despliegue territorial, la atención de las causas que generan la violencia, y el fortalecimiento de los policías.
La Guardia Nacional se puso en marcha en 2019 por la carencia de una policía capaz de afrontar el desafío de la inseguridad y la violencia.
Actualmente tiene 118 mil 188 elementos, de ellos, 105 mil son la fuerza operativa que están desplegados en las 266 coordinaciones.
Aún hace falta la consolidación de este cuerpo de seguridad que puede considerarse como nuevo y que está en permanente construcción.
En cuanto a la atención de las causas que generan la violencia, esta es una solución de largo plazo. La estrategia garantiza la protección de la juventud para que no sean enganchados por los grupos criminales, para ello se brindan oportunidades de educación y trabajo. Parte del precepto de que la paz es fruto de la justicia, ya que el problema de la inseguridad no se resuelve únicamente con medidas coercitivas.
En cuanto los cuerpos locales de seguridad, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, lamentó que en la mayoría de los estados se hayan perdido las policías municipales y estatales, ya que es la autoridad más cercana al ciudadano y resaltó la importancia de realizar un plan para fortalecerlos.
México cuenta con 1.03 policías por cada mil habitantes, y ni siquiera se cumple con el parámetro de medición de la ONU, que recomienda tener en promedio tres policías por cada mil habitantes. Como bien mencionó, sería ocioso decir que de aquí a marzo de 2024 se va a poder solucionar, pero debe haber un esfuerzo para su construcción, especialmente en los municipios que mayor violencia registran.
Ahora, 51.3 por ciento de homicidios dolosos se concentra en 2 por ciento de los municipios del país. Con una reducción en la mitad de los dos mil 468 municipios de México se lograría una tasa de 10.9 homicidios por cada 100 mil habitantes y no de 22.4 como la que se registró el año anterior. Con una buena inversión y voluntad política, esto puede ser real.
POR ARTURO ÁVILA ANAYA
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