El jueves 27 de octubre tendrá lugar en Argentina la reunión ministerial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en un contexto regional diferente a la que ocurrió en México.
La crisis en Haití, fórmulas diferentes para fortalecer la región y el restablecimiento de relaciones entre Colombia y Venezuela están entre los factores que darán un tono diferente y nuevos contenidos.
La presidencia pro tempore corresponde a Argentina, en un periodo de alza de actividad diplomática global. Ha explorado nuevas articulaciones posibles, que seguramente serán propuestas en la reunión bonaerense, la formalización y fortalecimiento de las relaciones interregionales, más allá de las que se habían logrado cuando la presidencia anterior correspondió a México.
En septiembre, al inicio de la 77ª Asamblea General de las Naciones Unidas, hubo un espacio para fuertes interacciones políticas, diálogos con las instituciones internacionales, vinculación con los actores en Consejo de Seguridad de la ONU y de regiones con las que el contacto directo a alto nivel es menos frecuente.
En el encuentro entre la delegación de India y la representación de Celac, en el que participaron los ministros de relaciones exteriores de Argentina, Guatemala, Trinidad y Tobago y la viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia, se dialogó sobre temas prioritarios para la región como el comercio y agricultura, seguridad alimentaria y energética, salud, producción de vacunas, medicinas tradicionales y logística.
La reunión del 27 de octubre de este año, bajo la Presidencia Argentina, representa también una oportunidad de diálogo político entre la región con los Ministros europeos.
Ya el responsable de la política exterior europea dio a conocer su interés en abordar la posible realización de una próxima cumbre Celac-UE en la segunda mitad de 2023, cuando a España le corresponda esa presidencia.
Es curioso y materia de mucho interés que este proceso de diálogo regional, que ahora tendrá lugar desde el sur del continente americano, ocurre cuando justo en los últimos meses han tenido sitio otros que apuntan en rumbos semejantes, cuando se trata del incremento de la acción política regional, en otros contextos geográficos, previos a la desaceleración global que fue medida claramente en el año 2008.
Por ejemplo, la primera reunión de la Comunidad Política Europea (CPE), o la transformación del mecanismo CICA en una nueva forma institucional en Astaná en los últimos meses, esfuerzo saludado por el propio Secretario General de las Naciones Unidas hace unos pocos días.
El ambiente global y de las diferentes regiones ya no es el mismo. Súmese a esto el corte y alto a la circulación regional e interregional producido por la pandemia, que apenas está en proceso de recuperación, las nuevas emergencias y agenda.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
Catedrática universitaria
@GuadalupeGonzCh
MAAZ