MALOS MODOS

Derrotado por el neoliberalismo

El Presidente López Obrador fue goleado onda el Barça contra el Bayern, no importa cuándo leas esto. Lo digo con pesar y con certeza

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Estábamos a nada, carajo. Se veía venir un presidentazo. Esto iba a ser una Noruegota, pero con más mérito, porque somos ciento y no sé cuántos millones de habitantes, no un puñadito de vikingos fifí, y está muy complicado volverlos a todos prósperos y felices. Pero estábamos encaminados, ya les digo. Seguro que todos íbamos a recibir una lanita anual por el petróleo, luego de que la gestión brillante y popular de Octavio Romero dejara ríos de billete que para hospitales, que para escuelas, que para unas carreteras preciosas hechas a mano hagan de cuenta un suéter de Chiconcuac o un huipil de esos que expone todo el tiempo la Secretaría de Cultura. Sí: el sobrante iba a caer en nuestros bolsillos. Por eso, el sistema de salud iba a ser así, noruego, o danés.

El país, mientras, iba a vivir una paz inédita: narcos tirando al piso la calibre 50 para abrazar que al campesino, que al militar con flores en la bayoneta. En las escuelas, los niños sonrientes aprenderían náhuatl, de la mano de maestros que habían dejado de bloquear vías del tren y madrear policías porque ya no hacía falta. ¿Pobres? Cero. Una gran Noruega, ya les digo, de Chiapas a Sonora, con escala en Macuspana. Aparte, buenísimo crecimiento económico, que del 4%, que del 6%, pero con conciencia social. El PIB del Bienestar. Y nada de corrupción. Pero nada, ¿eh?.

Y sin embargo, el presidente fue derrotado por el neoliberalismo. No: derrotado no. Goleado por el neoliberalismo, onda el Barça contra el Bayern, no importa cuándo leas esto, o llevado al borde del nocaut técnico, contra las cuerdas, luego de una seguidilla de 30 golpes. Lo digo con pesar y con certeza, porque ya el licenciado López Obrador nos dijo que no, que no pudo con los neoliberales, esa pandemia. Por eso, en vez de la Noruegota, tenemos pérdidas de récord mundial en Pemex; carreteras rotas e inacabadas; unos 15 millones de personas que dejaron de tener acceso a la salud y unos 750 mil muertos por la pandemia; cuatro millones más de pobres; algunos récords de asesinatos; escuelas cerradas porque no van los maestros, y un crecimiento negativo desde antes de la pandemia y ridículamente bajo después de la misma. Ah, y mucho cash. Martinazo, Delfina, Pío y compañía.

Unas palabras, si me permiten, para nuestro líder. Presidente: no, no se moleste en reelegirse. Ya hizo suficiente, y lo esperan el rancho del Bienestar, su esposa con la poesía a flor de piel, sus hijos, que ojalá dejen de usar vapeadores, y esos libros por escribirse, que quién sabe si lo hagan merecedor del Nobel de Literatura, para sumárselo al de la Paz. Sobre todo, no se preocupe. Seguirá teniendo sus fans, créame. Porque su gran aportación a este país es y será que ya no se aplauden los resultados, sino las promesas. No vea la cantidad de gente que todavía se las cree.

POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09

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