Reflexiones constitucionales

Por ahora, Morena no tiene rival

Todo indica que el tablero está dispuesto para obtener la continuidad de la llamada Cuarta Transformación. Se observa el afán del poder, por el poder mismo

Por ahora, Morena no tiene rival
Alfredo Ríos Camarena / Columna Invitada / Opinión: El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La consolidación de Morena, con una asamblea en la que sus gobernadores se despacharon con la cuchara grande, empata con la salida de Tatiana Clouthier de la Secretaría de Economía y el establecimiento de un gabinete en el que se acabaron la concesiones a otras fuerzas políticas, para dejar claro que el grupo duro del Presidente controla toda la acción administrativa y política, que se conjuga con unas Fuerzas Armadas con mayor intervención y poder, pero hasta ahora, claramente bajo la disciplina del mando presidencial. Este panorama nos deja claro que la decisión para cerrar filas tiene por objeto el triunfo en 2024, aún cuando —a regañadientes— se amplió el abanico de los precandidatos al incluir al senador Ricardo Monreal Ávila —probablemente en agradecimiento a su trabajo legislativo— y, también, al diputado Gerardo Fernández Noroña para no dejar fuera a los aliados del PT.

Todo indica que el tablero político está dispuesto para obtener la continuidad del poder de la llamada Cuarta Transformación. No se ven definiciones ideológicas ni de políticas públicas importantes, lo que se observa es el afán del poder, por el poder mismo.

En el otro frente, existe una oposición cada día más desdibujada, dividida, desesperada y con propuestas que le dan menos probabilidades de éxito; el cambio de Va por México por UNID@S fragmenta, pues sus dirigentes —al parecer— son básicamente empresarios con intereses particulares y sin experiencia política.

La iniciativa que se ha propuesto para reformar al INE no pasará, pues el PRI —al que tanto se ha criticado— mantiene una definición clara en defensa de esta institución, con muchos defectos, pero cuyos resultados han permitido, sin lugar a dudas, el éxito y perfeccionamiento de la democracia mexicana en los últimos 30 años.

A pesar de las críticas, el PRI —con todos sus defectos— ha jugado un papel que le permita renovar sus cuadros y, sobre todo, conservar equilibrios. En el tema de la ampliación del término de la participación de las Fuerzas Armadas en la Seguridad Pública, fue el único partido que tuvo la capacidad de reunirse abiertamente con el secretario de la Defensa, general Luis Cresencio Sandoval, porque su relación histórica es justificada y explicable; no olvidemos que Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho y muchos más, fueron los generales del Ejército Revolucionario que presidieron la República, y que le dieron razón de ser al Partido Revolucionario Institucional.

La única forma lógica e inteligente para que se recomponga la oposición, es superando sus intereses y buscando un proyecto alternativo y un programa de gobierno que pueda convocar a los mexicanos y, por supuesto, el nombramiento de un candidato presidencial, de esos más de 40 que, irónicamente menciona el Presidente, para encontrar uno que tenga la capacidad de la reconciliación y de la unidad. 

De momento, Morena se ve inexpugnable, no obstante, falta tiempo; no olvidemos que los acontecimientos internos y externos pueden influir en el próximo proceso electoral. Sólo con propuestas inteligentes y razonadas, y con proyecto de Nación que tenga sentido patriótico, puede transformarse el escenario nacional.

POR ALFREDO RÍOS CAMARENA

CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM

PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)

VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA

MAAZ

 

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