MALOS MODOS

El rey del cash y los 40 ladrones

Estoy preocupado por la comentocracia chaira. Se pusieron en plan “Bob Woodward es mi guía”

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Estoy preocupado por la comentocracia chaira. Se pusieron en plan “Bob Woodward es mi guía”, y se lanzaron a descalificar El rey del cash, el libro de Elena Chávez sobre el corredero de billetes que ha sido la vida política del presidente, de una manera que, la verdad, solo puede calificarse de histérica. Les va a dar algo. Aparte de las secuelas físicas de tuitear tanto (ojo con la tendinitis), se les percibe al borde de un tramafat. Hay que tranquilizarse, compañeres. Así que, propongo, hagamos un ejercicio de ficción, para tomar perspectiva.

Supongamos que es el años 2050, y que un investigador ha decidido a documentar la corrupción del sexenio obradorista. ¿Debería tomar este libro como documento único para documentarla? No, pues no. Eso lo haría un muy mal investigador. Pero no tomarlo en cuenta lo haría, por lo menos, igual de malo. El rey del cash, como se ha repetido, no es una investigación periodística, ni se vende como tal. Es, sí, un libro testimonial, y los testimonios son clave para entender los horrores del mundo al menos desde los arranques del siglo XX. Ahí están Solzhenitsyn y Shalamov en la URSS del gulag, o la novela de la Revolución en México.

Desde luego, el libro de Elena Chávez no tiene ni remotamente el peso de aquellos. Pero Elena fue esposa de César Yáñez, brazo derecho del hoy presidente, y en esa condición le tocó ver y oír sobre la indecencia del obradorismo, con las carretonadas de dinero negro que llegaron a manos de ese presidente, el que clama por el fin de la corrupción y la austeridad. Un dinero negro que, según nos cuenta este libro, usó para sus campañas, pero también para complementar los 200 pesitos y cero tarjetas con que dice haber vivido, franciscanamente. Un dinero rapiñado de las arcas públicas, pero también de extorsionar a los trabajadores de las administraciones afines, entre otras fuentes.

Lo que tiene de los nervios a la comentocracia oficialista es que El rey del cash llega en un muy mal momento para la imagen del presidente. A estas alturas, tenemos ya muchas evidencias del modo de financiamiento cuatroteísta, desde los antiguos videos de Ímaz y Bejarano, hasta Ponce, hasta Delfina, hasta Martinazo, hasta Pío, hasta la obscenidad de embolsarse lo del fideicomiso para los damnificados del sismo.

Sí: el libro combina de maravilla con mucha, mucha evidencia tangible. Pero hay más. El sexenio del pañuelito blanco, del fin de la corrupción, es el de Segalmex, el del hijo de Bartlett, el del saqueo al Instituto para devolverle al Pueblo lo Robado o el de la Guevara, sin mencionar las concesiones a algunos militares de alto rango. En resumen, este sexenio, este proyecto de país, no es que tenga casos de corrupción: es que su materia prima, su esencia misma, es la corrupción.

Yo también estaría al borde del tramafat.

POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09

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