Haití y los huracanes mesoamericanos se han encontrado nuevamente en el frente de la atención. Colocan el punto sobre la necesidad de no sacarlos de las prioridades regionales, los acontecimientos y noticias de estas dos últimas semanas nos lo han vuelto recordar. De las más urgentes necesidades de solidaridad y cooperación.
Se sabía que se estaba en temporada de huracanes, pero las reacciones a los que cruzan en estos meses han sido diferentes de las esperadas. Ahora el nuevo huracán social y político en Haití se suma a las urgencias por el paso de varias tormentas en la región caribeño-mesoamericana que muestra cuán cercanos están y cómo pertenecen a una misma región.
La situación de crisis en Haití se seguía agravando, ahora después de más de siete semanas de manifestaciones sociales en las calles por la situación sociopolítica y económica, con el llamado a la comunidad internacional del actual gobierno de acción policíaca de carácter internacional se añade el surgimiento del brote de cólera que ya ha alertado también las alarmas sanitarias regionales.
Pero no hay consenso al interior de Haití. La Asamblea de senadores ha pedido al primer ministro haitiano, Ariel Henry, que suspenda inmediatamente la ejecución de la resolución del 7 de octubre sobre el despliegue en su país de una fuerza extranjera, a la que calificaron como grave los senadores en ejercicio, haciendo de conocimiento a la representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas, Helen La Lime, de su posición.
La reacción de la ONU ha sido reaccionar ante el brote epidémico, solicitar se alivie la deuda por lo pronto. República Dominicana respondió el domingo advirtiendo que, si se realiza una intervención pacífica de carácter internacional, cerrarían y bloquearían la frontera por el riesgo de una emigración masiva hacia su país, que no habría una reacción militar, sino mayor asistencia, asistencia diplomática para protección de los más pobres.
Venezuela, Colombia, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y México han recibido el impacto del huracán y su transformación en tormenta tropical. Alertas y declaraciones de emergencia, cierre de puertos aéreos, víctimas humanas. Varios países y regiones afectados. Miles de personas han sido ya desplazadas por las tormentas, así como las actividades de las que se sostienen.
Unos países se encontraron más preparados que otros. Las inundaciones en Pakistán, las sequías y los efectos de los incendios en diversas regiones del globo representan también otros llamados a la solidaridad. Los huracanes alertan de la necesidad de atender, prevenir, reaccionar de forma integrada y coordinada permanentemente.
Pero la atención global ha estado concentrada en lo que ocurría en otros conflictos que requieren atención. En eso de las reacciones políticas y de cooperación política la reacción ante estas nuevas urgencias no ha estado en la primera línea de los discursos de los países de la región como en otras ocasiones.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
Catedrática universitaria
@GuadalupeGonzCh
MAAZ